Hace poco pasé unas horas revisitando la videografía de Las Amigas de Nadie. Me motivaba la curiosidad de volver a ver el clip de Quiero Ser Hardcore, una canción que me introducía a la banda y me dejaba curioso pero confundido al mismo tiempo. Por suerte, este clip ya no aparece en su cuenta de Youtube. Después de ese primer avistamiento quedé enamorado de su monumental hit Clones de Pan, una joya de pop que decía adiós de la mejor manera a una época de búsqueda + prueba y error para recibir su contundente disco de quiebre y avance: Sincronía, el cual no dudamos de incluir en nuestra lista de favoritos del 2012.
Las Amigas de Nadie no han reinventado el formato de banda femenina pero con lo que han venido haciendo desde su anterior disco ratifican que sí reinventan su propio concepto al punto de llevarlas a un nuevo nivel de composición. Aunque la cara principal del grupo es Gabriela Gastelumendi, creo no equivocarme al decir que el motor del mismo es la guitarrista Ale Hop, una músico experimental y productora que visitó la Redbull Music Academy en Nueva York el año pasado (de hecho, Human Dress comenzó a gestarse al regreso de Hop de la RMA). Es ella quien parece otorgar a la banda el toque alternativo que le hacía falta.
Luego de ver el claustrofóbico vídeo de Should not let it Go, primer single del disco , podíamos asumir que la línea de Human Dress se adentraría en los paseos introspectivos de Sincronía. Basta darle una escucha a Milón para entender la dimensión del disco en conjunto; esto más que un forzado intento de crossover, es un paso más en la búsqueda y posible encuentro de la identidad musical de este cuarteto. Acá se abandonan los hits potenciales, las voces limpias y las letras claras, para desdibujar cualquier atisbo de estrellato entre capas, efectos y estructuras poco convencionales con su respectivo encanto e hipnotismo marciano. En Human Dress prima el ruido y la experimentación, incluso el interludio Un Ser Humano III y los finales I y II encajan más en esta placa, con su uso de sampleo y ruido que en su disco anterior, algo que siempre critiqué y casi obvié con el tema Un Posible Final.
La sorpresas del disco son el sutil track de postpunk Ese Chico, un coqueteo con el formato tradicional de canción de pop que incluye la colaboración del cantante Ignacio Briceño, y la electro-inducida y momento poppy, Give It Up. Las canciones encargadas de ponerle un poco de ritmo al asunto siguen el tono ruidoso del disco, una mezcla de producción que parece extraer manías del lo fi, pero que se convierte en un reto para la puesta en escena de los ingenieros de sonido.
En definitiva Human Dress maneja una línea conceptual bastante clara, partiendo del uso del noise, sus peculiares títulos en inglés y español, abrazando la noción de “lo raro” y llevando la búsqueda de la banda a donde tenía que llegar luego de un disco previo que había dejado muchas expectativas sobre el nuevo giro de la banda. Por suerte, este era el tipo de disco que esperábamos, uno que retara al oyente pero que conectara las voces femeninas con el riesgo de ganar peso como artistas sonando coherentes, minimalistas y encantadoras al mismo tiempo.
Escucha en Spotify
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disculpen pero por donde le ven a esto lo musical, artístico o innovador?
ResponderEliminarLo peor del año
ResponderEliminarCreo que evolucionaron, se nota calidad, al parecer tienen un estilo propio, aunque es muy difícil de dirigir por ratos pudiera parecer una propuesta mala o sin sentido, definitivamente hay que seguirlas...
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