Esta es una lista no numerada pero atrevida de 7 discos infantiles que recomendamos a padres alternativos. En este caso, habrá que definir este último término. Padres alternativos son esos que pertenecen a una generación que no estuvo salpicada por la sangre y el sudor del reggaetón, que tuvieron niñez y saben que la educación de sus hijos y el fomento del amor al arte, la música en este caso, es fundamental para formar en ellos valores que por lo menos los mantendrá alejados del relativismo moral en el que vivimos.
Y los niños... pues los vemos como almas puras que deben ser instruidos, así como reza el sampleo de Infinita tristeza del Próxima Estación esperanza de Manu Chao: “hoy tenemos la oportunidad de dirigirnos a todos los niños, es un momento muy importante, definitivo”. La voz en off también dice que los niños son grandes y verdaderos amigos de lo autentico y que no merecen ser engañados por sus padres, así que… son padres alternativos los que procuran el bienestar intelectual y emocional de sus hijos y saben que los buenos contenidos son parte vital de una instrucción de calidad. Para ustedes: los que ya son padres, los que quieren serlo, los que ya metieron la pata y les toca, para los que aún pueden remediarlo, y para los que queremos recordar o volver a sentir cómo niños, siete discos infantiles para padres alternativos.
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Pombo Musical – Varios (2008)
Cuando este proyecto comenzó a sonar, por allá en 2008, la cabeza visible del mismo, figura prominente de la música y los medios colombianos, Carlos Vives, cubría todas las emisiones y ruedas de prensa en las que se promocionara el disco. Por su forma de difusión, Pombo Musical se convirtió en un éxito que tuvo el aval de músicos y padres por igual. Un amigo músico que apenas comenzaba en el negocio de ser padre, recomendó sobremanera este disco. Algunas veces hay que hacerle caso al que sabe.
Este ambicioso proyecto logró reunir figuras del pop colombiano como Juanes, Aterciopelados, Fonseca, Cabas y el productor Iván Buenavides, entre otros. A pesar del toque tropi-popero obvio, y de la reconocible mezcla de estilos propios de cada artista, Pombo Musical es un disco recomendable por su fabulosa musicalización, que además del genero mencionado incluye variados aires folklóricos del país, desde el llanero hasta el andino. Del mismo modo, Pombo Musical cumple su objetivo de homenajear a un gran escritor y poeta que ya hace parte de la cadena de adn de cada colombiano y que asegura su transmisión generacional con este documento sonoro.
Piojos y Piojitos - Mariana Cincunegui (2003)
En 1991 el Jardín de la Esquina, con la ayuda de músicos reconocidos cómo Fito Páez, sacó al mercado la primera edición de Piojos y Piojitos; en aquella época, el disco rescataba por igual hits del rock argentino y rondas cantadas por voces infantiles. Doce años después la cantante y docente Mariana Cincunegui se puso a la tarea de darle continuación a un proyecto cautivador que reivindica el amor que los niños tienen por la música. El disco superó todas las expectativas y se convirtió en éxito de ventas en Argentina.
Las razones son obvias a primera escucha. El track que abre el disco te paraliza el corazón con solo oír la voz de una chiquilla que planea enviarle una carta a su mejor amiga. Carta al viento es una ronda conocida que en este disco se viste de aires de bossa nova y efectivos coros de niños que te ponen contento. El disco recorre muchos estilos y se convierte en un excelente ejercicio de ejecución musical, que da espacios para el folklore gaucho (¿Qué será?), los mencionados aires brasileros como la samba (Ora Bolas) y el pop callejero (Yo quiero).
Piojos y Piojitos 2 cumple a cabalidad el objetivo que se trazaron sus productores: el de presentar canciones que ampliaran la mirada de los niños, que los hiciera pensar o reír, volverlos un poco más sabios y felices. Y aunque pareciera una tarea ambiciosa y tirada del efectivísimo, estas canciones que recorren un cancionero latinoamericano exquisito, son piezas que ningún niño debería privarse de oír.
Dos – Andrea Echeverri (2010)
A finales de 2010 Andrea Echeverri presentaba su segunda apuesta solista, en ese entonces, para mí el disco se convirtió en una necesidad pues me enamoré profundamente del primer disco homónimo de la aterciopelada. Sin dudar jamás de la calidad del material, me puse a oír Dos con muchas expectativas que para mi sorpresa se disiparon, pues lo que Andrea presenta en este disco es un relajado compilado de mantras neo hippies para escuchar en la calidez del hogar y que bien puede adherirse al género folk lo fi, como al cancionero infantil.
Dos canciones de la infancia de Echeverri son los directos responsables de su inclusión en esta lista, Mis 32 dientes y Toy contento, en ambas se funde ese ímpetu festivo y despreocupado que caracteriza las canciones infantiles, además de la voz de Andrea, que se convierte en un aliciente ineludible. Las temáticas de Dos pasan por la búsqueda de la identidad (Yo, Erase una vez) la ecología (Madre Naturaleza) el rechazo al maltrato infantil y contra la mujer (Que me parta un rayo); en general, mucha buena vibra lirica que cualquier niño podría cantar con vehemencia mientras los mensajes hacen mella en su cabeza.
Qué bueno sería oír a un niño cantando himnos contra el maltrato o los abusos ecológicos que entonando indecisos las pérfidas letras del último hit reggaetontero.
Monona en la Calesita - Los Animales Superforros (2011)
Monona en la Calesita es un cuento infantil escrito e ilustrado por Ana Rascovsky. A partir de este cuento se ha creado el
Proyecto Monona, un colectivo multimediático en el que han intervenido artistas gráficos, diseñadores y músicos. Es en este último rubro en el cual interviene una de las bandas revelaciones del circuito indie latinoamericano del 2011.
Los Animales Superforros, quienes han ambientado las aventuras de Monona en 10 canciones de freak-folk tropical que así como pueden transportar a un niño, pueden hacer viajar y plasmar imágenes concisas en la cabeza de un adulto.
Monona en la Calesita (el disco) es toda una aventura musical que en momentos narra apartes de su matriz impresa y en otras solo se convierte en paisajes musicales que nos llevan por senderos marinos y ciudades costeras con un gran combo de amigos animales. Las canciones son cortas y la experiencia vale la pena repetirla; sin haber leído el libro, puedo aventurarme a decir que el disco narra bien un viaje de una niña a la costa y el encuentro incesante con curiosos personajes del reino animal. Todo un paseo sonoro para grandes y chicos.
Lero, lero, candelero - Jorge Velosa (2003)
Por lo general, cuando hablamos de discos infantiles, y los llevamos a un plano nacional o regional, es muy difícil desligar el carácter folklórico de muchas de las composiciones o rondas que engalanan el repertorio de dichos discos. Sí el tema lo traemos a un país como Colombia con un amplio abanico de ritmos folklóricos, no es una sorpresa que interpretes de estas vertientes autóctonas, dediquen unas notas o álbumes enteros a los más chicos.
Es así como el máximo exponente de la carranga, el señor Jorge Velosa y su conjunto los Carrangueros de Ráquira, nos presentan Lero, Lero, Candelero, 19 piezas del folklore carranguero para niños que disfrutan del paseo sonoro bucólico del interior del país. Este disco podría no resultar muy atractivo para lectores fuera del territorio, pero como la premisa acá es “para padres alternativos”, este conjunto de coplas y coplitas pueden alegrar los días de sus niños y de paso, ampliarle los horizontes fuera de los corredizos y peligrosos callejones citadinos.
Yo nunca vi televisión (Tributo 31 Minutos) - Varios (2009)
Esta lista no podía estar completa sin mencionar el programa infantil más revolucionario de la década pasada en Latinoamérica.
31 Minutos fue para muchos una irreverente y satírica copia del boom de generaciones de Plaza Sésamo; obviamente, los que vimos el programa, sabemos que el viaje no iba por ahí, aunque lo irreverente no se lo quita nadie. 31 Minutos marcó tendencia por mostrarle a los niños realidades y problemas a los que están expuestos, así como sembraba semillitas de conciencia ecológica y lingüística a travez de unos muñecos con personalidades establecidas y llenos de un humor negro inofensivo.
Uno de los mayores atractivos del show en forma de noticiario, era el top requetetop de hit del pop de los muñecos del mundo 31 Minutos. Canciones con letras inmejorables de inventiva envidiable e historias sin par. De ese top se editaron tres discos, una movida inteligente, propia de los programas infantiles. Los grandes responsables de estas locas melodías de lírica sugestiva, fueron Pablo Ilabaca y Felipe Ilabaca de Chancho en Piedra, banda que también participa en este tributo que incluye grandes nombres de la movida chilena y mexicana cómo Rubén Albarán y Meme de Café Tacvba, Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana, Francisaca Valenzuela, Los Bunkers y un largo y emocionante etcétera.
Estas versiones a modo de tributo están muy bien logradas y en momentos superan musicalmente lo que veíamos en la teleserie. Basta escuchar el track abridor de Belanova, o el bizarro cuento de Mi muñeca me habló de la electropopera Maria Daniela y su sonido lazer, o llegar al dramático pero esperanzador giro que Ximena Sariñana le da a El dinosaurio Anacleto, para sentir que estamos ante una obra que valora y revive el legado ingenioso de un programa infantil pionero y revolucionario.
Sócrates - Edson Velandia (2007)
Mi disco infantil para padres alternativos favorito, tiene su título ganado hace
más de un año. El responsable de esta maravilla a la que llamaron
Sócrates es el hiperbólico
Edsón Velandia y el Jardín infantil La Ronda, una más para las iniciativas musicales de los centros educativos y sus clases de arte.
Lo que hace de este el disco ideal para padres alternativos es la coherencia que tiene como placa sonora. No solo es un compilado de canciones infantiles o versiones salpicadas de folklore, ni hablar del interés comercial, que no existe: esta loable iniciativa es en verdad un destello de lucidez en épocas en la que los niños son vistos como targets comerciales capaces de fregarle la vida a sus padres para que le compren el juguete de moda. Si vamos a bombardear a los niños con canciones o contenidos visuales, que estos cumplan una función y que no sean simples distractores que a la par los volverá zombies consumistas, o reggaetonteros en el peor de los casos.
Es allí donde aparece un disco que en sus dos primeras piezas se encarga de jugar con los fonemas y con palabras esdrújulas fascinantes que encienden el foco de la imaginación a ritmo de champeta andina. Cómo profesor de jardín, Edson Velandia entona su guitarra en la entrañable la Montaña y los niños agarran las riendas de las demás canciones con sus coros hasta llegar a un cierre inolvidable en La Calavera, una orquesta inigualable e indescriptible.
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Sobra pedirles sus opiniones y recomendaciones
Enjoy kids!
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