Poco hemos sabido de Los Pilotos. Cuando en 2015 se estrenó Contemplaciones: homenaje iberoamericano a Jeanette, nos sorprendió su aparición junto a La Bien Querida en un bello cover a Negra estrella, ahí supimos que este dúo se componía con integrantes de Los Planetas, pero es que poco o nada conocemos de esta importante banda española, reconociendo otra deuda pendiente en nuestro blog.
Sin embargo el libro de los acontecimientos, siempre abierto a la mitad, nos ha traído de vuelta su nombre con una curiosidad definitiva: un nuevo EP que reúne caras más que familiares para nosotros, en un ejercicio de arquitectura de canciones tan impecable como emocionante. Alianza Atlántica contiene cuatro momentos que se adhieren al imaginario del dúo: referencias aeronáuticas, viajes espaciales, misiones secretas, todas ellas metáforas para el amor y la reflexión.
Los copilotos de esta aventura son entonces: las chilenas Javiera Mena y Mariana Montenegro (de Dënver), el argentino Diosque y el mexicano Camilo Lara (Mexican Institute of Sound). Una verdadera Alianza Atlántica que conecta la curiosidad de este proyecto español por los artistas latinoamericanos. Si bien las melodías y letras estaban preparadas, a Los Pilotos les interesaba entablar un diálogo con sus invitados y enriquecieran no solo con su interpretación sino con otras palabras y sonidos este intenso plan de vuelo.
Así, Guerra en la tierra fue construida junto a Camilo. Sobre la base de Los Pilotos, entre surf y new wave, él compuso la letra y aportó efectos de sonido desde su estudio en México, para sumergirnos en un convulso escenario futurista. Contemplamos un planeta en llamas mientras se confunden instrucciones de pilotaje con fragmentos poéticos, a un ritmo cada vez más acelerado, de clímax cinematográfico.
Atravesamos después un paisaje más apacible en compañía de Diosque, que también ha querido ser letra y voz en la melodía existente. Te sobrarán las palabras tiene la rareza que esperábamos, aunque nuestro cantautor se muestra esta vez ilusionado y expuesto, pues pronto comprendemos que es esta una balada de amor no correspondido. Nos alejamos entonces entre nubes y bellísimas líneas como: “Ay, cómo te extraño mientras te estoy mirando” o “Cuelgo ropa y aprovecho para mirar el cielo”.
De las cuatro canciones, Nubes de fuego fue elegida como sencillo, y ha de ser por su fuerza de himno. La voz de Javiera Mena nos guía en esta canción sobre el desprendimiento, escrita en un principio por Los Pilotos, revisada y grabada en conjunto aprovechando uno de los viajes de Javiera a España. “Vientos del norte, dame el último adiós, y las nubes de fuego, que consuman mi dolor”, en otra alusión al viaje hemos quemado las naves y nos despedimos definitivamente de aquello que nos oprime, y abandonamos esperanzas, hasta el amor seguro sabremos perder para ir en busca de una verdad profunda y desconocida. Repetimos como un mantra: “Y esta va a ser mi oración, de todo corazón”.
Parecemos acercarnos a nuestro destino. Los Girasoles anuncia un encuentro pero una Mariana Montenegro, que tan bien ha encaminado su voz a la nostalgia, un poco Twin Peaks, nos revela que esta ilusión será pasajera, pues nuestro héroe, nosotros mismos, hemos llegado hechos otros, pero no lo lamentamos, porque sin tal ilusión no habríamos emprendido el camino. Todo vuelve a estar en suspenso.
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