Lo que hace a un vídeo musical importante es que después de verlo no puedas separarlo de la canción que lo acompaña.
El nuevo vídeo de Dënver cumple a cabalidad esta regla. Filmado en un icónico karaoke del centro de Santiago, El Fondo del Barro marca un acierto de proporciones mayúsculas en la búsqueda del vídeo perfecto para ilustrar el pop sangriento del dúo chileno.
Muchas referencias acompañan una cinematografía impecable, un blanco y negro perfecto, coreografías exactas y planos a la medida. Quiero pensar que no es coincidencia y que la encarnación de la voz de Milton Mahan en estos tres chicos obedece a una selección meticulosa del visionario director Bernardo Quesney.
Nótese el parecido de uno de los chicos con el protagonista de We Need To Talk About Kevin, uno de los trillers más perturbadores de nuestro tiempo, o cómo el personaje principal guarda un leve parecido con el Pablo Ruíz adolescente, esta estrella fugaz del pop argentino que logró varios éxitos radiales en la década del ochenta.
Estos rechazados al parecer están más emparentados con el imaginario del cine y el pop contemporáneo de lo que sospechábamos, por lo que generan más empatía con el espectador. El nuevo himno para perdedores de Dënver ya tiene caras para identificarnos y así podamos decir con tranquilidad: "Esta canción está hecha para mí".
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