Felicia Morales es una violonchelista chilena que basa su producción musical en el encuentro de melodías creadas con cuerdas provenientes de instrumentos poco usuales en el imaginario del pop o el indie regional. Conocida por su participación en el trío que alguna vez acompañase a Fakuta -Las Laura Palmers- y su más reciente incursión en uno de los sellos independientes más renombrados de Chile -Quemasucabeza.
El año pasado Felicia sorprendía con el lanzamiento de su primer EP, uno que empuñaba un arte muy bonito y sonidos más ligados a lo experimental y lo rudimentario. Para su nueva aventura, el LP Agosto, Morales depura su sonido y nos regala un disco ambiental, de esos que podemos dejar corriendo mientras nos dedicamos a la lectura o alguna tarea que no espante el hilo conductor de la música.
En Agosto Felicia encarna el violonchelo, el arpa y se hace acompañar de un piano cuidadoso, guiando cada pieza como un paseo que puede igual remontarnos a momentos de melancolía, calma o contemplación. En instantes la placa sugiere grandilocuencia, como en los pasos finales de varias canciones que sin llegar a magnificar la experiencia plantean un cierre adecuado para las piezas.
Siguiendo la secuencia de los días y el concepto tácito en el título, este disco advierte momentos similares a los visitados por Natalia Lafourcade en Las 4 Estaciones del Amor, esa curiosidad de disco sinfónico que vino a sorprendernos por su fuerza narrativa, aún sin tener un solo atisbo lírico.
En tiempos como los nuestros Agosto viene a ser una pausa necesaria entre lanzamientos estruendosos. Este es de esos momentos muertos que vienen bien de vez en cuando para hacernos vivir de otra forma, sólo con la compañía de notas y tonalidades que poco estamos acostumbrados a escuchar en el mundillo del indie.
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario