Anunciada como el último single antes del estreno de su primer álbum larga duración, Frágil es un delicado midtempo con el que Carolina cierra un año de publicación de singles, cada uno un hit a su manera, estrellas de una constelación que pronto conoceremos. Qué alegría atestiguar el camino de una artista con un universo poético y pop -que no volvíamos a encontrar quizá desde Mena (2010)- y qué alegría habitar sus canciones que en el paso de los meses se han atado a recuerdos, paisajes, caras.
Y es a propósito de los recuerdos que nos habla la canción, "climas lejanos me envuelven otra vez", el eterno retorno de las experiencias, los detalles que componen nuestro día a día y que nos tienen siempre viviendo entre la sorpresa del presente, los flashazos del pasado y el anhelo del futuro.
Dulce pero no inofensiva, nostálgica pero no triste, Frágil y la misma Carolina, nos ofrecen los matices suficientes para confirmar que la vida no está compuesta de altos contrastes, no es un blanco y negro sino la suma de capas y capas, multicolor e inacabada, como su tapa.