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jueves, 21 de noviembre de 2019

Colombia despierta - Soundtrack de una protesta legitima


Arte Castaño

No ajenos al estallido social que ha arrasado con el statu quo en varios países latinoamericanos, hoy 21N, en Colombia se lleva a cabo un paro, una huelga que confluye en marchas pacíficas que recogen las voces de varios sectores de un país cada vez más aterrado por los resultados de un gobierno inepto, que ha traído de vuelta el estallido de la guerra interna que empezábamos a dejar atrás. Asesinatos selectivos diarios de líderes sociales y ambientales en todo el país, reformas laborales y a las pensiones, recortes de presupuestos, la eterna corrupción... el pliego de quejas es interminable por lo que esperamos que las voces que se levantan hoy continúen exigiendo los cambios estructurales que este país necesita. 

Ustedes, lectores foráneos encontrarán aterrador el hecho de que las fuerzas armadas bombardeen un campamento de insurgentes asesinando y ultimando cruelmente a 18 niños. Eso pasó en Colombia en agosto de este año, y si eso no es un indice de que se deben cambiar las cosas, no sabemos que más debe pasar para que todos despertemos. 

Ahora sí, nuestro sountdrack para esta protesta legitima.

🕊🕊🕊

Aterciopelados ~ Colombia conexión 
El himno colombiano re-dibujado en clave punk. Esta canción de 1995 supo condensar un sentimiento de inconformismo enumerando los males y los atractivos de un país tan crítico como Colombia. Ritmos folclóricos dan paso a un estallido de gloria que parafrasea esa inolvidable línea del himno que a día de hoy parece una promesa marchita: "Pero el bien germina ya".


Chancha vía Circuito con Lido Pimienta ~ Jardines
Esta hermosa colaboración del argentino Chancha Vía Circuito con nuestra querida Lido Pimienta es una promesa de cosechas abundantes y tiempos mejores. De aquí recogemos dos frases que nos llegan muy profundo a los que hemos vivido el amor y el horror de nacer en Colombia: "Colombiano sin ancestros" y "Colombiano sin recuerdos", que se esta la promesa de nunca olvido.


Chocquibtown ~ Somos Pacífico
Un canto a la unidad. El inmarcesible canto de estos chocoanos nos recarga energías y cumple a cabalidad con su función de generar orgullo en una de las regiones más golpeadas por la desidia del estado y la crueldad de la guerra civil. Escuchando estas líneas que enumeran los bienes culturales de esta región, nos viene a la mente aquella categoría una vez otorgada a Colombia como el país más feliz del mundo, ciertamente hay muchas razones para serlo, pero como hoy, muchas razones más para defender el acervo cultural, esas razones que nos hacen ser felices en nuestra tierra.


Meridian Brothers ~ La Policía
El clave de salsa caliente, Meridian Brothers ironiza el día a día del aparato represor del estado colombiano. Con su característico sentido del humor y su rareza innata nos regalan un canto que seguro ha sido entonado por todos los que hemos sido apresados por las "fuerzas de la ley": "Te coge la policía".



Systema Solar ~ El Amarillo
Sí, El Amarillo de Systema Solar es la canción que dio nombre a nuestro blog, 10 años (casi 60 años de conflicto armado) después sus palabras siguen retumbando con fuerza en nuestro pecho. "¿Donde está la riqueza, donde está el oro, donde está el amarillo, azul y rojo?" se pregunta DJ Corpas en este canto de batalla, esta impecable clase de historia armada colombiana. ¡Que no se pierda la memoria!


Aterciopelados ~ Día paranormal
En 2008 Aterciopelados lo volvió a hacer. Esta vez con un canto más directo y usando ritmos del folclor caribeño colombiano, entonaron un canto irónico que alude a un personaje nefasto de la historia reciente colombiana, el paramilitar. Una suplica para nunca más olvidar, para proteger los ecosistemas y salvaguardar al pueblo victima de la corrupción y la desidia. A 2019, las cosas no han cambiado y estas voces siguen retumbando con fuerza.


Edson Velandia ~ Su madre patria
La cuota de humor y sinceridad cósmica. El prolífico Edson Velandia liberó esta trova hiriente durante la anterior elección presidencial, enumerando sin pudor las vergüenzas de la rancia clase político-económica colombiana, porque bien dicho sea, los problemas de Colombia no son solo de orden social, como en la mayoría de países latinaomericanos, obedecen a intereses extractivos de multinacionales. Que sea esta clase de crítica la que nos ayude a despertar definitivamente. ¡A marchar, hermanos!



🕊🕊🕊


domingo, 15 de abril de 2018

El Amarillo de viaje: Epicentro 2018




Desde hace cinco años la propuesta de conciertos Epicentro, en Costa Rica, se ha encargado de reunir anualmente proyectos musicales de la vanguardia sonora internacional. Si bien, sus inicios datan a un reclutamiento iberoamericano en cuanto a curaduría de los shows, pero no fue hasta 2017 que la inserción de actos angloparlantes empezó a darse.

Con estos antecedentes y la buena recepción que ha tenido la organización en Costa Rica (y la región), Epicentro ha anunciado una gran edición para este año 2018. Basándose en el prototipo que han legado eventos en el país como el extinto Festival Imperial o el más reciente  Festival Nrmal Costa Rica 2015 (el cual visitamos), Epicentro nos proveerá de un terremoto de sonidos que prometen el goce incesante.

Este año la dinámica cambia, pero preserva el sello de la casa al referirse a artistas de alto calibre que han hechado raíces desde el denominado do it yourself. Tanto en el frente latinoamericano, como el anglosajón, Epicentro abordará las vertientes del pop magistral, las vibras más ásperas del garage y la intensidad de la psicodelia o la cumbia.

En tres escenarios distintos, los 19 artistas lucirán ante ávidos y curiosos lo más fresco de sus producciones; tratándose así de 12 horas donde la melomanía y la diversidad confluirán.

Alex Anwandter y su potente statement pop coexistirán junto a propuestas como la mexicanos Kinky y sus inequívocos versos. A su vez, la colombiana Elsa y Elmar nos representará en el festival, al desplegar su tela mágica de synthpop. Por otro lado los ritmos urbanos con el sello latino también retumbarán Epicentro, de la mano del guatemalteco Jesse Baez y el boricua Álvaro Díaz.

La propuesta es grande, al igual que nuestras expectativas. Sin embargo, no será hasta este 22 de abril cuando decodifiquemos esa fe prematura, durante la cita con varios de los actos más interesantes de la escena global. ¡Nos vemos en Costa Rica!

martes, 27 de marzo de 2018

Sinvergüenza - una entrevista a El Último Vecino


Castaño

De Family o La Mode, a New Order y The Smiths, El último vecino reúne y enrevesa grandes fórmulas musicales para entregarnos un pop crudo, o un punk refinado, en su cada vez más amplia colección de canciones. Aprovechando su paso por Bogotá y después de haberles visto en vivo (con toda la energía de un Ian Curtis y la elegancia de un Morrisey) el amarillo ha querido entrevistar y retratarles en una caminata por las bellas calles de Teusaquillo, cercanas a La Roma Records.

Empecemos por describir el concierto de anoche, cuáles eran sus expectativas y qué lo que sucedió al presentarse por vez primera en Colombia. 

Gerard: Las expectativas para mí fueron contradictorias. Primero nos dijeron que se estaban acabando las entradas y dijimos “¡Vale, de puta madre!”, luego llegamos al sitio, ya empezaban las presentaciones y había muy poca gente. Nos entró un poco de bajón, pero cuando llegó nuestro turno el espacio estaba repleto y eso, para un grupo que viene de fuera, o bueno, para cualquier grupo así venga de la casa de al lado: es el mejor regalo. 

¡Te ayudaste con un poco de aguardiente para los nervios! Ahora bien, aprovechando esta suerte de primera vez, quisiéramos escuchar un poco sobre la génesis de El último vecino, cómo emprendieron la búsqueda del sonido que hoy conocemos. 

Gerard: A ver, El último vecino es un proyecto que partió con la idea de hacer pop, tener una banda de música pop. Antes, yo hacía música un poco más extraña, que no me disgustaba pero empecé a sentir deseos de hacer algo con pies y cabeza, el formato canción. También estaba la idea de que no hubiera vergüenza a la hora de que los referentes se pudieran notar, si siempre los hay, esta vez queríamos que se notaran MUCHÍSIMO, daba igual. 

Y por eso el juego de palabras con Some girls are bigger than others, de The smiths, al final de “Mi Chulo”. ¿Y las letras de El último vecino? ¿Son un trabajo colectivo o una tarea personal? En vivo parece adensarse la nostalgia en ellas. 

Gerard: Claro, las temáticas son puramente nostálgicas, o anhelantes, en algún momento. El desamor, mal entendido o bien entendido, es el centro de El último vecino. Antes me costaba un poco reconocerlo, para no sentir el “ay, qué egoísta”, pero sí, las letras las hago yo, son un MÍ, MÍ, MÍ, plenamente autobiográfico, excepto… no, excepto nada, todo es plenamente autobiográfico (risas). 


¿Y por qué cantar en castellano si el catalán es su idioma habitual? 

Pol: No hay una política detrás de eso. 

Gerard: Fue natural, cuando empecé las letras de El último vecino me comunicaba más en castellano, y me gustó que así fuera, como un recurso poético. 

Gerard: Particularmente pienso que la música sin la moda no tiene sentido. Bueno, no me refiero a que la música por sí sola no tenga valor suficiente pero desde hace tiempo se han unido esos dos mundos, y yo no le haría feo, me gusta muchísimo. A veces hasta me imagino sacando una línea de ropa. Pienso que sí, la moda es vital para El último vecino. 


Y a propósito de este carácter visual, me gustaría que nos ayudaran a entender mejor el “fenómeno CANADA”, que desde Latinoamérica hemos visto con los mejores videoclips desde hace años, son un lenguaje y ahora casa editorial, y ustedes pertenecen a ambos, ¿Tiene alguna ventaja? 

Pol: Evidentemente nos puso en el mapa alternativo de Barcelona, y de España. Llegamos a festivales gracias a sus contactos, bueno, a que haya gustado nuestro trabajo y a su gestión. 

Gerard: Yo hablaría un poco mal de CANADA en este momento (risas), bueno, no mal, pero pensaría que agotó una estética tan bella como la de Bombay de El Guincho. Aunque sí, saben estar al día, y además han ayudado a que se abran otras escuelas de videoclips en España, ya no son solo ellos ya. CANADA ahora hace más superproducciones. En el caso de El último vecino y aun con su ayuda, queremos huir de la uniformidad. 


Y de Latinoamérica, ¿conocen propuestas musicales? Además de la aparición que hace Javiera Mena en “Culebra, columna y estatua”, ¿han pensado en otra colaboración? 

Pol: Pues en vivo hemos estado tocando con Clubz de México. 

Gerard: Pero la verdad es que poco. Quisiéramos venir en plan un mes y así conectar con propuestas locales, pero por el momento ha sido difícil. 

¿Y sobre las bandas de España? 

Pol: No conozco mucho tampoco, solo sé que el trap está de moda. 

Gerard: Sí, me parece bien lo que ha pasado con C. Tangana, no sé si me gusta más, o menos, pero es bueno que aparezcan ya otro nombres en los festivales. 

Manuel: Pues seré impertinente pero C. Tangana también ya es la tercera vez que repite en un mismo festival (risas). 

¿Cuándo vendrán las nuevas canciones de El último vecino? 

Ya estamos a punto de lanzar “Parte primera”, que es la parte primera de nuestro nuevo álbum.



🚗🚗🚗

martes, 3 de octubre de 2017

Cronología y nostalgia: una entrevista a Buenas Noches


Castaño
El próximo viernes 06 de octubre, Buenas Noches estrena el primer volumen de una serie de EPs titulada Las Primeras Teorías. Con motivo del lanzamiento desempolvamos la entrevista que le hicimos en Bogotá hace un tiempo y que sirve de hilo conductor de sus pasos en la música, así como abre-bocas de sus nuevas canciones. 

el amarillo_ ¿Cómo fueron tus primeros acercamientos a la música?

Buenas noches_ De chiquito a mí me encantaba la música de radio, el pop, hoy día escucho las canciones que sonaban de cuando tenía 4 o 5 años y me encantan, pero ese acercamiento a la música era muy inocente, intuitivo. Fue casi adolescente que me convertí en un consumidor de música, con las versiones noventeras de bandas como Green Day y The Offspring, después empecé a oír mucho más rock clásico, tipo The Beatles, The Who. Luego volví a encontrar el punk, en su versión clásica, de hecho mi banda favorita de toda la vida es The Clash. Después de eso llega el internet y uno se enamora de cuanta corriente exista.



¿Cómo se dio entonces el acercamiento a la nostalgia y el revival ochentero, que se intuye en Planes y Buenas Noches?

Eso no surgió desde el principio de Planes. Al principio Planes era más moderno-tradicional. Era raro porque lo estaba haciendo con mis recursos, que también eran raros. En realidad yo no me enamoré de los ochentas sino hasta hace unos pocos años, hace unos cinco años, con the Smiths, no… hace más de cinco años ya, como ha pasado el tiempo…

Pero la obsesión de retratarlo en mi música sí es más reciente. Con Planes el toque ochentero surgió antes de grabar Las Américas porque los demos no tenían nada de ochentero. Recuerdo que yo comencé Planes alrededor del primer disco de Vampire Weekend, y tenía algunas cosas similares, con los recursos que tenía, además no éramos una banda en ese entonces, éramos solo dos y lo hacíamos desde el cuarto, obviamente no había chance de que sonara a Vampire Weekend, pero sí había esa influencia, ya después fue que entró la curiosidad de hacer música inspirada en los ochentas.

¿Cómo se dio la transición de Planes a Buenas Noches?

El asunto con Planes es que sacamos este disco en 2014 y a finales de 2014 yo me fui para México, tener una banda es complicado, crear una banda es difícil, conseguir la gente, trabajar con ellos, eso es decepción tras decepción hasta que tienes un grupo conformado. Yo estaba llegando a México y no tenía nada de ganas de arrancar una banda, quería independencia total y absoluta, tocar solo, hacer música para mí, que si me quedaba mal fue porque yo lo hice mal, si estaba bien era porque lo había hecho bien. En ese momento también me dio más curiosidad molestar con ritmos de fiesta. El baile no ha sido algo que mi música tenga tradicional o naturalmente, no siento que hoy día sea la música más bailable, sólo el intento de una persona que no hace música para bailar haciendo música de baile, ya le queda a la gente definir si es música para bailar.

Estos últimos años muchos artistas se han radicado en el DF. ¿Cómo sientes la escena allá y por qué crees que sería un buen medioambiente para los músicos de Latinoamérica?

Lo que pasa es que México lo tiene todo. Tiene una historia cultural bien fuerte, tienen un interés que no hay en otros sitios en Latinoamérica de consumir música de todo tipo. Tienen además los recursos para gastar un poco más en música, más que Colombia, más que en Argentina. Y tienen gente para organizar una industria, yo creo que eso en últimas es una de las grandes razones que llaman a la gente a venirse a México, es como un epicentro de la música, bueno de muchas cosas. Además está muy conectado entre Estados Unidos y Latinoamérica, son como un puente, se hablan para arriba, se hablan para abajo, eso creo que a mucha gente le puede interesar, y bueno, los taquitos.


Desde México exploraste tu faceta de productor con el disco de Bruno Toro. ¿Cómo ha sido esa experiencia y te animas a seguirlo haciendo?

El disco de Bruno lo produjimos entre Colombia y México. Me gusta producir, aunque es difícil conseguir proyectos para producir. Soy bastante quisquilloso con mis cosas, aunque me gusta toda la música, todos los géneros, no cualquier cosa me prende, si yo sintiera que hay millones de proyectos que me gustaría producir, estaría pensando en hacer una carrera como productor pero como son relativamente pocos, para mi es una cosa más esporádica. Tal vez estas cosas cambien.

Sí hay cosas que me gustaría trabajar, ahora que estuve en Colombia vi cosas interesantes con las que se podría trabajar, músicos que tienen talento pero que necesitan una industria, desde todo, desde creación de imagen, desde ingeniería de sonido, producción musical, me encantaría poder ayudar en la creación de eso.

¿Cómo fue la experiencia de hacerle el trabajo a la canción de Javiera Mena, en la participación de Bruno Toro en Adolescente Perpetuo?

Es una canción difícil, muy difícil, pero creo que nos quedó bastante bien. Yo ni siquiera hablé con ustedes, fue bruno el que me contactó para ayudarle en la producción. ¡Miren na' más como quedó!


Y de lo nuevo, ¿en qué estás trabajando?

El 6 de octubre sale un epecito, un EP de 4 canciones que es la primera parte
de dos epes que se llaman Las Primeras Teorías, El próximo año temprano sale la segunda parte, y ya como a mediados saldrá otro álbum o EP, no estoy seguro aun cuantas tendrá.

¡Que chevere ese formato de liberación!

Sí, es esta más cool por grupitos chiquitos. Además, me gustaba mas a colección de canciones en dos grupitos que en uno solo, sino se volvía muy largo. 


***

jueves, 1 de junio de 2017

Prueba y error: una entrevista a Violeta Castillo


entrevista: el amarillo
fotografía: castaño

el amarillo_ 
Cómo olvidar que en el amarillo te decretamos la reina del EP, siendo tu premisa la canción breve y el formato de corta duración. Ahora que presentas un primer álbum, nos preguntamos si su extensión fue un proceso natural o más bien una autoexigencia.

Violeta_ Bueno, después de cinco EPs (risas) ya me sentía preparada para mi primer LP. Me pareció un buen momento para un disco más largo, bueno, de ocho canciones, lo mío no es ser prolífica, realmente no compongo tanto y el formato EP me era muy cómodo porque una vez tenía cuatro o cinco canciones me parecía bueno registrarlas y cerrar un momento o etapa. Esta vez me llevó más tiempo hacer las canciones, algunas fueron creadas en la marcha, alentada un poco por Nico Pedrero, el productor, que decía que estaba bueno hacer un disco más largo esta vez. Coincidió también con que Geiser quiso editarlo en formato físico, valía la pena que fuera un LP. 

En el álbum impera la electrónica, que antes aparecía tímidamente en tus canciones, ¿cómo fue el proceso de composición, tuviste una banda o lo emprendiste a solas?

Empecé sola, usando la computadora por primera vez, siempre componía en guitarra o teclado. Le enviaba a Nico demos que hacía en mi casa y muchas cambiaron trabajando juntos, agregamos y quitamos detalles, siempre estuve abierta a que los temas cambiaran. Grabamos durante un año, nos juntamos los fines de semana porque nos costaba hacerlo de lunes a viernes, así fuimos avanzando. Agarrábamos un tema e íbamos viendo todo ahí, fue un proceso muy lindo y experimental, tomar el sonido y pulirlo. Ahí pensaba “Qué absurdo es el arte”, pasábamos un día puliendo un detalle que no cambia ni mueve la aguja de nada pero nos obsesionaba, es algo muy caprichoso, nadie se da cuenta más que vos, pero al escuchar todo el disco se nota lleno de detalles, por todo ese tiempo que le dedicamos.

Claro que sí, en Errorws de tipeo brillan los detalles, es más que un acercamiento a la música computarizada.

Fue muy de ensayo y error, por eso el nombre: yo tenía un celular Samsung galaxy pocket donde iba tipeando a la noche, medio dormida, y todas las e me quedaban como w, luego me gustó el nombre porque tiene mucho qué ver con agarrar una máquina que no sabíamos usar bien y probarla, medio sin querer.

¿Cómo planeas presentar el disco en vivo? Algunas canciones invitan al baile, ¿incluirías esta vez coreografías? ¿jugarías quizá a la diva pop?

¡Me encantaría! aunque siempre me gusta pensar algo más alternativo, no para hacerme la intelectual sino ser práctica. En vivo somos dos personas, yo estoy con la máquina, sampler y teclado, y encontré a Mery Canale, que es una compañera de fierro, ella toca la guitarra. Me gusta que seamos solo dos, me cansé de cuadrar los horarios para ensayar con banda, algo imposible en esta ciudad donde vivimos alienados. Quiero mantenerme así porque es cómodo y le hace honor a un disco hecho por dos personas. 

Me gustaría tener una especie de performance, por ejemplo me imagino alguien que se vista para trabajar mientras yo canto Dormir menos. Por ahí tener algunas visuales o una puesta de luces, qué se yo, voy a animarme a hacer algo distinto.


¿Qué referentes musicales alimentaron esta nueva búsqueda?

Bueno, yo escucho mucho rap y hip hop, todo el año pasado estuve en esas. Me gustan los discos de ahora que con pocos elementos tienen un ritmo o flow muy interesante, como Kanye West o Rihanna. Me gustó investigar eso, los pocos elementos. Y la electrónica siempre me ha gustado, una de mis bandas favoritas es Pet shop boys, Babasónicos que siempre tiene algo electro aunque sean tan rockeros. Pero la mayor influencia sí es el rap, no en las letras porque en ninguna digo “Me and my bitches…”, ahí soy más nerd, más emo. 

De ahí la colaboración con Dadalú.

Claro, en esa idea de homenajear el hip hop y rap que me influencian a mi manera, me pareció muy lindo invitarla porque es una rapera especial, que no estaba hablando de “mis cadenas de oro”. Me siento identificada con ella en eso de la búsqueda de razón, la búsqueda de sentido, ella es la reina de lo emo y la adoro por eso. Fue mi primer contacto con la música chilena. Sabía que en este tema, Poca claridad, ella podría aportar algo muy bueno, así que la invité, escribió su fragmento y la grabamos en Chile.

El disco se siente muy fresco y sobre todo anecdótico, ¿quisieras compartir una historia tras alguna canción?

Claro, ¿alguna en particular?

Bueno, Robar nos encanta, es la más divertida.

Robar empezó a partir de esa frase “No puedo robar algo que no me guste” y habla un poco de las influencias en el arte. Como que de repente en un tiempo empezaron a haber un montón de temas iguales a Get lucky de Daft Punk, hasta yo tengo en Las señales un final medio así, con esa guitarrita funky. A todos nos pegó mucho pero la verdad es que no a todo el mundo le quedaba bien, sólo era como “hay que hacerlo”. Me pregunté si tiene sentido apropiarse de algo porque esté de moda aunque no te represente, no hable de vos. Me fui en esa volada de hablar de la obra, ¿se entiende? Es que tengo demasiado diálogo interno (risas). En Poca claridad hablo de eso, tener demasiado qué decir, y querer comunicarse más claramente: “dame un poco de tu literalidad”, pero ya sé que lo bueno de no hacerlo así es que va apareciendo el propio estilo.

¡Sí! Siempre has escrito y cantado sobre la torpeza comunicativa, los malos entendidos en los diálogos, en las relaciones, todo lo que leemos y decimos entre líneas.

Tal cual, La torpeza comunicativa (risas) me encantó, y también esa necesidad de comunicar, yo entiendo algo y enseguida quiero contarle a todo el mundo, por más que a los cinco minutos esté pensando otra cosas. Reflexiono y abandero esa reflexión por cinco minutos. El lío comunicativo tendrá que ver con que soy géminis.

¿Por eso el afán de publicar en corta duración?

Sí, sí, total. Digo: Bueno, ya está, es un conjunto de ideas que cierra, sale, se imprime. (risas)


Durante estos años has sabido traducir la fuerza de tus canciones a imágenes, entregándonos videoclips tan hermosos como divertidos, el último en publicar Bajo la lluvia y nos ha encantado, ¿qué otras canciones quisieras convertir en videoclips?

Yo creo que esto tiene que ver con que tengo buenos amigos en el mundo del cine y la fotografía, siempre con ideas buenas. Me alegra pensar que el disco les genera esas imágenes y trato de alimentar estos vínculos.

Bajo la lluvia lo dirigió Esteban Vargas y tiene toda esta estética de pop coreano, colores pasteles, muy bueno. Tengo otros proyectos de videoclip, Roberto Doveris, que dirigió Las plantas y varios de mis videoclips, está fascinado con Intercambio, dice que la escucha todo el tiempo, así que esperamos filmarla. Y para Robar tengo ganas de hacer algo con un chico de acá, Julián Bass, que es bailarín, y quisiera hacer un vídeo con coreografía, ¡vamos a ver quién lo quiere filmar!


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domingo, 16 de octubre de 2016

De genios y bichos de culto: una entrevista a Diosque



Durante su paso por Bogotá, el pasado mes, tuvimos la chance de encontrarnos con Diosque justo antes de su primera presentación en Colombia. Mezclando la certeza de un futbolista y el filo de un connaiseur, nos compartió varios detalles de sus proyectos, sus colaboraciones, y sobre los genios que han marcado su carrera. Vale añadir que la música de fondo durante la entrevista distaba mucho del cancionero habitual del argentino, más bien era una colección de pop-poco-genial con luminarias como Alicia Keys, Black Eyed Peas y Gwen Stefani, todo un playlist que seguramente Diosque desconocía por completo pero que marcaba el ritmo de esta conversación amena. 

(Suena Falling de Alicia Keys)

Es tu primera vez en Colombia. ¿Cómo se siente esto de salir de la Argentina para hace una gira de este tipo, en la que visitas tres países de Latinoamérica? 

Diosque: Es la primera vez que llegamos acá. Al día siguiente iremos a Ecuador, después por segunda vez en México. Me entusiasma mucho, es muy inspirador viajar y también concentrarme en mi música, en conocer gente y tratar de tallar esta piedra que recién empezamos.


En una de tus canciones te autodenominas como un “Bicho de Culto”, lo cual nos parece muy acertado. ¿Cómo se siente que ya te empiecen a considerar de esta manera?

La verdad todo eso se va dando, no pienso mucho en eso, simplemente deseo sentir respeto, principalmente de colegas y después de la gente. para mí eso es trascender. Yo cuando empecé me preguntaba: ¿Cuándo va a ser el día que no vengan a verme músicos? (risas) no enojado, pero eran todos músicos o amigos, entonces el día que vos ves gente que ya no conocés, cuando ves al público, ahí sentís que das un paso más, y cuando la gente comienza a darle valor a tu música, ahí es cuando la cosa comienza a prenderse.
(Suena Don’t lie de Black Eyed Peas)

Eso se está notando en tus recitales en Argentina…

Sí, en Argentina está pasando eso, tocamos en lugares un poco más grandes, la gente canta las canciones y eso es algo increíble para mí, es un momento mágico. Aunque sean 4 coros o 60 es una locura. Me quebró hasta el llanto la primera vez que me sucedió.

¿Cómo se dio esa transición? pues comenzaste siendo un músico de habitación y luego te fuiste abriendo a lugares más amplios, ese éxito ha venido con la edad...

Como dice Alfio Basile el D.T. argentino:“paso a paso”. En realidad yo todo el tiempo trabajo haciendo temas, grabando, haciendo demos, desde hace años, desde que tengo uso de razón. A los 10 años mi mamá me regaló la guitarra, se estaban separando mis viejos y yo me quedé medio tartamudo (risas), y a través de eso me empecé a expresar, inventando los acordes, solamente mirando por ahí en la tele, o algún tío mío que tiraba algo y a partir de eso empezar a hacer mis primeras composiciones. Hasta que descubrí el sampler y empecé a escuchar un tema que me fascinaba, sampleaba una partecita y de ahí ya le empezaba a poner letra, que eso es un poco I Can Cion, y desde ahí, a tocar un poco mejor la guitarra, la batería también, un poco de cada cosa, y bueno, ahora buscando tener buenos anteojos negros y seguir escribiendo.


Siguiendo con la idea del paso a paso, nos dimos cuenta que con Constante la rompiste, encontrarte el himno (Broncedado, Una Naranja) queremos saber si en la construcción tú te diste cuenta que “lo habías logrado, hacer una melodía pop, una canción que se pudiera corear. ¿Tú sabías que eso iba a pasar o seguiste con la misma naturalidad?

Yo estaba muy…

Ambicioso…

Ambicioso soy seguramente, pero yo sabía que estaba bueno el disco, no sólo por las canciones sino por con quien lo trabajé, por Jean Deon, por Marcos y por Rodrigo de Quemasucabeza. Gracias a que este último lo editó, lo desarrolló más en Latinoamérica o donde fuere y eso fue un trabajo en conjunto. Pero si me preguntas concretamente, sí, hice Fuego, Soy las seis, La cura también me gusta mucho, son un combo de temas muy buenos para mí, entonces yo me quedé muy tranquilo, y haber tenido esa respuesta del público es hermoso, es lo máximo que te puede pasar como artista.

(Suena Rich Girl de Gwen Stefani)


Ahora que hiciste la colaboración con Julieta y Molly Nilsson, ¿Cómo crees que va a sonar el próximo disco, ya lo estás craneando?

Yo creo que va a ser una especie de paso a partir de Constante, sumando unas baterías acústicas que lo haría un poco más roquero. Influye mucho el hecho que estoy trabajando por primera vez en un estudio de grabación, con una batería y micrófono re-grosos (el disco anterior  lo hicimos en un estudio muy bueno, pero acotado), así que aprovechamos que son muy generosos en este estudio (Spector) con los sintetizadores, con el piano, la batería. Creo que va a tener un poco de rock y pop, y de cosas medio raritas, no lo sé, no lo puedo evitar viste, primero quiero hacer todo medio clásico para después romperlo en la computadora.

Sobre eso nos gustaría saber, ¿Cómo surgió ese contacto con Julieta para que dijeran: "vamos a hacer algo"?

¡Fue buenísimo! Ella comenzó a recomendar Constante a través de twitter, yo veo eso y digo -"¿qué?", entonces ¿Qué podía hacer? saludarla, y agradecerle. Así que hablamos un poco, quedamos en contacto y después yo tuve el atrevimiento de mostrarle Toca Mis Huesos que la había compuesto onda a los dos días de que empezáramos a hablar y se le mandé (me daba vergüenza porque no estaba del todo bien hecha), y le gustó mucho y me dijo: "¿Qué quieres que le hagamos?... a las dos semanas vino a Buenos Aires por dos días. Al principio fue difícil coordinarnos, ella estaba muy ocupada y yo en un momento llegué a pensar, tirado en la cama: “como se me ocurre a mí que Julieta Venegas va a grabar una canción mía”. Al final ella se iba un domingo en la tarde y lo hicimos en un rato en la mañana.


(Suena The Sweet Escape de Gwen Stefani)

El mayor logro de la canción es escuchar a Julieta Venegas con una letra de Diosque, es como una canción de amor enrevesada. Y ¿con Molly, cómo fue?

Ella va a Baires a cada rato. El primer año que fue nos conocimos por amigos en común, incluso hicimos una fecha doble en un lugar muy chiquito (que la tuvimos que hacer dos veces).

Porque ella también es un bicho de culto...



Sí, ella lleva mucha gente en Buenos Aires. Después nos vimos en México y seguimos la amistad, y justo cuando pasó lo de Julieta, ella estaba en Buenos Aires y le digo: "Te animás a cantar en español", porque me sorprendió la velocidad con la que aprendió el español (yo todavía no puedo hablar inglés), así que le mandé la canción original porque es un cover de Los Twist, una banda legendaria de los ochentas, ella estuvo de acuerdo y justo coincidió con la época en la que dijimos vamos a sacar un sencillo con las dos chicas y mirá lo que son, son hermosas.

No sabía que era un cover, pero la letra es muy Diosque.

Sí, cuando la escuché por primera vez te juro que me volví loco, no fue hace mucho, y dije este tema me lo meto al bolsillo, por ahí debería esconder que es un cover.

Para nosotros el “genio” es aquel que dice y hace las cosas en el momento adecuado utilizando los recursos de los que dispone para salir con algo realmente propio, en tu caso sentimos qué haces este trabajo de genio, por ser un bicho de culto, quizá. ¿Cuáles han sido los genios que te prendieron la chispa de la música?

(Suena Umbrella de Rihanna )

¡Gracias! Yo no podría decir eso de mí, pero tengo referentes invaluables como Charly García que es el más grande del rock nacional, de lejos.

¿Y Charly conoce tu música?

No sé, ojalá. Sé que su guitarrista sí. Sería un sueño producir algo con él. Por otro lado, Luis Alberto Espineta, Tanguito o Ramsés VII, un joven que nunca sacó un disco en vida, es del 65 al 67, de la primera camada del rock argentino, que tiene que ver con Los Gatos, Lito Nevia, algo así como los Beatles en castellano. Tanguito estaba allí, pero él murió muy joven, creo que a los 27, era una persona muy poli-tóxica. Después, muchos poetas, el portugués Pessoa (les pido que después le entren) el alemán Friedrich Holderlin, esos son los genios míos referentes, tantos norteamericanos, ingleses, hay muchos, todo el tiempo nacen genios, no es que genios eran los de antes...

No, hay genios contemporáneos…

Yo creo que a Sócrates le hubieran venido bien unos anteojos negros.


martes, 4 de octubre de 2016

El pop maldito: una entrevista a Planeta No



Cinco años desde que el diario español El País bautizara a Chile como el paraíso del pop, en este reino que renueva a sus monarcas, Planeta no es una banda de príncipes malditos. Música pop desde los márgenes, aislada no solo en el sesgo de la música independiente o la cordillera de Los Andes sino en sus himnos a una juventud marginada, que hace de la incesante búsqueda y el no pertenecer, una condición política.

Su presentación en Yavería, el festival de apoyo mutuo celebrado en Bogotá, nos ha permitido conversar con Gonzalo García (voz) y Juan Pablo Garín (batería), y retratarles dentro y fuera del escenario.

¿Planeta no? Estaría bien comenzar descifrando su nombre.

Gonzalo: Es una especie de homenaje a la primera película de James Bond y su villano, el Doctor No, un tipo que vivía en Jamaica y era ucraniano, creo, representando el tercer y el segundo mundo, cualquier cosa menos Estados Unidos, y era malo por ser malo no má’, representaba la otredad. Nosotros nos sentimos como esa otredad, tercermundistas tomando herramientas que nos impuso el primer mundo, el pop, los instrumentos occidentales para hacer música.

Desde aquí, Chile se adivina como una importante fuente de música independiente, palpable en generaciones artistas y discos. Ustedes podrían pertenecer a una nueva alineación cercana a bandas como Marineros o Playa Gótica. ¿Perciben así su escena musical? ¿Hay ya un camino labrado que hace posible vivir de la música?

Gonzalo: Hay cosas fáciles y buenas: un público receptivo que va a las tocatas, con fe en las bandas nuevas gracias al trabajo que han hecho otras antes, Dënver hacia atrás, como para hacer una línea divisoria. Sin embargo sería agrandar o tomarse muy en serio un fenómeno tan reciente y desconocer que nos enfrentamos a problemas más profundos: la sociedad no consume música y no educa artistas. Eso no sanará con una, dos o diez Javieras Menas, sino con un cambio social.

Juan Pablo: No deja de ser interesante que sean países fuera de Chile los que han puesto nombre a cierto movimiento, porque estando cerca del fenómeno no nos consideramos una escena de nuevo pop chileno. Cada vez que viajamos nos refieren en una generación de artistas como Javiera Mena o Gepe que llevan años luz, bueno, diez más que nosotros. Ahora mismo en Chile se está armando una escena musical en la periferia de Santiago, a eso le llamaría algo nuevo, distinto, las tocatas son en otros lugares.

Hablando de su preocupación por un cambio social, en las letras de Planeta No se adivina la angustia por el futuro, la narración del paso a la adultez y también un pozo político, por así decirlo. ¿Hasta qué punto quisieran contener este mensaje?


Juan Pablo: Las letras del disco fueron hechas durante años por Gonzalo, contando vivencias y preguntas que uno tenía a los veinte, y aunque yo ya tenga veinticinco, esas letras aún me representan, me molestan las mismas cosas que cuando tenía quince, quizá aún más, y ahora tengo herramientas para decirlo. No sé si quisiera tomar una posición política en la banda pero si se puede decir algo que no sea solo cantarle al amor, pucha, bienvenido sea.

Gonzalo: La banda ni las canciones tienen una vocación política proselitista, no tienen proyecto, no tienen ideología pero tienen vida y la vida tiene posición política, entonces si hay algo político-social o político-personal en las letras es porque se fue tornando así nuestra vida y aunque no queramos, la banda tendrá otras posiciones, porque la vida cambia y se hace espontáneo. 

Dicen que toda canción es política.

Gonzalo: Cualquier producción cultural tiene un resultado político, las mismas escenas de las que renegamos, son manifestaciones sociales que hacen pequeñas victorias políticas, dentro del ámbito del ocio, de lo personal.

El festival Yavería lleva varias ediciones y existe gracias al apoyo mutuo. ¿Cómo se tejió la participación de Planeta No?

Juan Pablo: Nosotros estuvimos presentándonos en el Primavera Sound, España, y teníamos un show aparte en Barcelona y Santiago, el organizador de Yavería, andaba entre el público, se acercó y nos dijo que le gustó la banda. Es como esa historia de película que uno cree que nunca pasa, pero aquí pasó.

El cazatalentos.

Juan Pablo: (Risas) Sí, un productor de un festival que nos habló de venir a Colombia, a un festival distinto, nos dijo que no tenía mucho dinero para traernos, que era de apoyo mutuo, y eso nos convenció.

Gonzalo: Porque decir Planeta no es un sinónimo de apoyo mutuo, nosotros vivimos en esas.

Juan Pablo: Entonces partiendo de esta oportunidad en Colombia, postulamos a un fondo en Chile, nos lo ganamos e hicimos este viaje más ambicioso, pasando por México y Costa Rica.

Qué bueno, porque supimos que su gira en España finalmente no tuvo apoyo gubernamental, ¿Cómo fue la experiencia de valerse por cuenta propia?

Juan Pablo: Fue bacán porque cuando dijimos que no teníamos plata y no podríamos ir, mucha gente nos apoyó, amigos músicos, productores, nos ayudaron a hacer dos conciertos para juntar plata y viajar. Aprendimos de un país muy distinto, del otro que es distinto: el hombre blanco europeo y había cosas buenas y malas según nuestro prisma latinoamericano. Además estar en el Primavera Sound que es gigante, seguro servirá para nuestro currículo, más que nada.


Hace unos meses, Gonzalo manifestó en Facebook su incomodidad frente a la actitud de algunos fans en sus presentaciones, con acercamientos que rozaban el acoso, como robar la flor que usa en la oreja. ¿Qué ha sucedido tras el comentario?

Gonzalo: En Chile han sido más respetuosos, nosotros no vamos con la idolatría en la música, y los que van a nuestras tocatas saben que estamos en las de otros músicos, ahí mismo, así que no tiene mucho sentido acercarse a nosotros con esa idea corporativa tipo Rolling Stones de ver estrellas del rock, eso aquí nunca fue, no tiene relación con nuestra sociedad.

Juan Pablo: Al final, uno tiene que educar a su público de alguna manera.

Gonzalo: Es una relación, con una persona que escucha tu música se establece un lazo que hay que cuidar para que no se transforme en una reproducción de sistemas antiguos, casas discográficas y dioses capitalistas. 

Juan Pablo: Yo soy el que más manejo las redes, intentamos bajar todo a la realidad de una banda, que sí, tocamos en el Lollapalooza, pero en el día a día no tenemos plata, buscamos trabajo.

Gonzalo: Por suerte no tenemos que fingir humildad porque no es que tengamos mucho más allá de tocar.


Una pregunta un tanto caprichosa: nuestra canción favorita es Maricón Zara, ¿existe una anécdota alrededor de su nombre? ¿Por qué el intro anime?

Gonzalo: Es un fragmento del primer capitulo de Ranma 1/2 , ya desde la canción Señorita quise poner anime, algo de Sailor Moon, pero no resultó. Esta vez sí, quizá porque fue la única canción del disco en que nos sentimos libres, la producción no corría por cuenta nuestra sino de Lego Mustache, de Astro, y yo pude hacer cosas más creativas porque otro loco se estaba encargando de ellas.

Se llama así por un amigo homosexual que decía a cada rato “Uy, maricón Zara”, eso me causaba mucha risa y lo ocupé para retratar a mi manera una historia que me pegó, como a todo el mundo en Chile, el crimen de Daniel Zamudio, la canción es un intento, y un atrevimiento, de hablar de él en primera persona. 


Y una pregunta un tanto obvia: ¿Qué disco que ha influenciado a cada uno, no solo en la obra de Planeta no sino en la decisión de hacer música?

Juan Pablo: El disco que a los tres nos ha influido mucho y al que recurrimos para copiar ciertas cosas es el segundo álbum de Dënver, Música, Gramática, Gimnasia.

Gonzalo: ¡Yo iba a decir el mismo!

¡También es uno de los más adorados en el amarillo!

Juan Pablo: (risas) Ha sido un disco esencial, llegamos a él cuando ni siquiera hacíamos la transición de banda de garaje a este paso pop, medio bailable, conociendo los sintetizadores. Un disco muy querido y una banda muy cercana.


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jueves, 29 de septiembre de 2016

Amores platónicos, divinos y terrenales: entrevista a Kali Mutsa



Hace unas semanas nos encontramos con Celine Reymond, la mente maestra detrás de Kali Mutsa, y con Imaabs, su compañero de ruta, en la Plaza del Parque de los Periodistas, cerca a los cerros del centro de Bogotá. Nos esperaba una charla amena y una sesión de fotos descubriendo los alrededores del Museo del Oro y las ventas callejeras de la Séptima. Con mango en mano, Kali comenzó su relato incluso antes de que lanzáramos la primera pregunta explicándonos como se dio la vinculación de Imaabs al proyecto y como acopla sus nuevas canciones con el repertorio que le conocemos desde el 2011. El resto, hace parte de la magia de descubrir a un personaje elocuente y lleno de referencias que te atrapa con cada relato y cada ocurrencia.

Kali: Quería hacer algo más propio, que tuviera más atmósferas. Él hizo una cohesión del show para que tuviera todo un sentido y fuera más dinámico, con sampleos, beats y sonidos distintos.

A canciones como Tunupa, Canción de amor Colla, les hemos hecho arreglos para que tengan que ver con las nuevas. Yo sigo en mi búsqueda no sé si algún día voy a encontrar mi sonido o si me interesa encontrar un sonido en particular, pero sí me interesa explorar po’, igual que a Cristóbal que también sigue en esa búsqueda como Imaabs.

Recién hicimos un EP de 4 temas, aún sin editar. Es algo muy distinto a Kali Mutsa que se parece más a un reggaetón oscuro, con coros polifónicos y mucha atmósfera. Va a estar muy bonito.

¿Cómo surgió entonces este nuevo disco?

El cine es una referencia muy grande para hacer música. En Mesmer me basé mucho en el cine de los años 50 de Busby Berkeley, Carmen Miranda y las grandes orquestas que tenían un imaginario de lo que era lo exótico. Además, yo quería que el disco tuviera una cosa medio trance, porque se trataba de Mesmer, el padre del mesmerismo, del hipnotismo, de las primeras investigaciones sobre el papel del alma en las enfermedades físicas.

Además, recién en este disco pude hacer canciones de amor, eso nunca me había resultado. El Ojo Interno la hice con la María Magdalena, y esa es una canción de amor, y a mí nunca me había salido una canción de amor, porque siempre me resultaba más hablar de otra gente, o de divinidades, de situaciones o de historia.



¿Cómo nació el personaje de Kali Mutsa?

Mi abuelo es palestino. Yo bailé seis años la danza del vientre, mi nombre de bailarina era Kali Sara, porque me identificaba más con ese lado de la danza. Sin embargo, yo quería tener un nombre más agitanado, más que puramente egipcio o árabe, y de ahí salieron las ganas. Como amaba tanto la música gitana y la música árabe, surgió la idea de crear mi propia versión de este tipo de música, entonces inventé a Kali Mutsa. Quería crear un personaje que fuera cinematográfico, como si hubiese sido una diva que hizo películas en los años 40 y 50 en Chile, en lo que fue el boom del cine Nortino, que nunca existió, me imaginaba que hubiera sido muy bonito que con el auge de las salitreras hubiese existido un productor que hiciera unos estudios, una especie de Hollywood en el desierto, y que hubiera tomado temas sobre las leyendas Aymara para hacer películas, y de eso se trataba.

Y tú lo hiciste canción…

Exacto.

Fuera de Chile, digamos en Colombia, México, tenemos un imaginario de lo qué "es el pop chileno". Artistas como Gepe, Javiera Mena, Fakuta… pero el personaje de Kali Mutsa está en una especie de periferia ¿Cómo te encuentras tú dentro de este movimiento?

¡No estoy!

¿Y cómo convives con eso?

¿Así como con respecto al ego? Lo que pasa es que hacemos música muy distinta. El pop chileno es muy característico de Chile, como le escuché decir a Alex Anwandter que es más introspectivo, más invernal, estamos cerca del polo, ¿cachai?

Son otros beats, son otros ritmos, otras historias, no me hallo mucho ahí. Mis shows siempre son muy elaborados, por todo lo de la performance, porque soy actriz. En eso me siento muy cercana a la Lido porque ella tiene el arte visual y musical unido; y aparte tengo lo del espectáculo, ser un personaje, entonces mis shows buscan ser una experiencia más atmosférica, como cuando uno iba a un cabaret antiguo (el Chile antiguo me interesa explorarlo porque lo encuentro más interesante que el Chile de hoy ¿cachai?). Y en eso creo que nos diferenciamos con los otros chiquillos, porque yo soy como una vieja, del pasado, loca y no hablo mucho de mí, de lo que me pasa, de mis sentimientos, me gusta más hablar de historias o de personajes.

En este disco, por ejemplo, en el fondo son puros personajes cantando. Hablamos de la religión, de la banalidad de la maldad en las señoras de los dictadores, hablamos de la supremacía del inglés en Chile, que los artistas y la gente cool habla en spanglish y eso a mí me parece ridículo. Quizá por eso, porque no son tan cercanas las canciones las personas no las pescan tanto. A la gente que le gusta el show, el espectáculo, los colores y todo eso, yo le gusto, pero la gente que le gusta la música pop no va a enganchar tanto, me imagino. Pero desde que estoy en la escena soy algo distinto dentro de la música chilena.

¿No sé si se podría catalogar como música chilena o como música, música no más?

Yo apelo a la imaginación, al surrealismo, siento que estoy un poco desfasa’, ese es mi rollo, no me hace llorar ni nada, porque me dan ganas de seguir investigando y experimentando en eso, porque hay muchas aristas ¿cachai?, está la dirección de arte, el arte visual, todo lo que complementa esto, yo no lo veo así como: “sí, quiero llegar a las radios”, porque mi música no está hecha pa’ las radios, mi voz es rara, no es una voz pop, no es una voz súper afinada, es una voz nasal rara y hay gente que le carga, que la oye y dice qué es ese cordero berreando, partiendo de eso es un placer mío, hacer música por el placer de hacerlo. Trabajar con Imaabs es un desafío porque él es seco y yo soy una troglodita en la cuestión, y él me ha enseñado mucho y es rico investigar en los sonidos, más que en los géneros, como ir metiéndose en los sonidos y ahí está toda la música.

Las mujeres que presentas en tus canciones siempre han sido mujeres poderosas, madres, emperatrices, ¿Cómo ha surgido ese discurso femenino, y cómo ves el discurso femenino en la música popular?

Nosotros venimos de un país en donde a las mujeres nos matan. Hay una alta tasa de femicidios. Hace poquito a una mujer, su marido le quebró la mandíbula, le sacó los dos ojos, y la dejó en el suelo, en la calle, desnuda, y ahora ella quiere volver con él. ¿Cómo no voy a cantar sobre emperatrices y mujeres maravillosas si eso es lo que me encanta de mi género? Todos tenemos divinidad dentro, esa magia que tiene la naturaleza y el universo también la tenemos nosotros, y como mujer, encuentro que somos satánicas en el mejor sentido de la palabra, a nosotras desde tiempos inmemoriales nos queman porque nos tienen miedo ¿cachai?

La Casa es Negra, por ejemplo, está inspirada en un documental que hizo Forough Farokhzad, una poetisa iraní, sobre una casa de leprosos en Teherán en los años sesenta, lo hizo 4 años antes de morir. Pero la historia de la canción se trata de la reina Zenobia que era la reina de Palmira en Siria, quien supuestamente vuelve a la vida para proteger su ciudad. Y pasó que el año pasado un antropólogo llamado Haleb Al Assad, que era el guardián del sitio histórico de Palmira, un sitio gigante, se enfrentó al estado islámico que vino a destruir este lugar que era lo más herético posible, ósea, gobernado por una mujer y lleno de ídolos, politeísta. Y este hombre que era un viejito con anteojos grandes llenó su auto con tesoros antiguos y le dijo a su hijo: “puta, ándate en el auto, porque yo igual no me quiero morir de viejo”, y esperó al estado islámico y le cortaron la cabeza; y justo yo había hecho esta canción sobre la reina Zenobia, y él fue el guardián de la reina de Palmira en el fondo, porque no pudieron destruir la ciudad, después que le cortaron la cabeza llegó el ejército sirio y fue la primera batalla por territorio del estado islámico. Iban a dejar la cagá como siempre la dejan pero no pudieron lograrlo y ahí hay algo mágico, ahí está el espíritu de Zenobia diciendo: “que no me vayan a destruir mi ciudad pequeño hombre”.


Nos comentabas que en este último EP te arriesgaste a hacer canciones de amor, ¿Cómo llegaste a plasmar el amor en canciones como Erotomaniac y El Ojo Interno?

Todo comenzó con dos loops que yo hice, se los mostré a Erasmo y empezamos a trabajar. Yo cuando chica era erotomaníaca, venía de un colegio católico y es fácil serlo cuando provienes de ahí, uno se llena de amores platónicos que uno piensa que le hablan con códigos cifrados que nadie más puede entender, y mi primer amor fue la primera gran tragedia de mi vida. Yo cambié completamente cuando tuve mi primer novio. Yo pensaba que me iba a casar con él y tenía todo listo y él estaba en secundaria porque había repetido, era un boludo, imposible que llegara a ser el papá de mis hijos o que fuera a trabajar, yo me acostaba en la cama a dormir y cuando me acordaba de él, me latía el corazón tan fuerte que la cama temblaba, y Chile es un país de temblores, yo pensaba que estaba temblando y era mi corazón ¿cachai? Así que Erotomaniac es una canción súper personal.

Según mi psiquiatra mis emociones son demasiado fuertes, la emocionalidad la tengo demasiado disparada, amo con toda, odio con toda, si me angustio me puedo tirar de ese cerro, no soy bipolar (aclara) soy intensa emocionalmente. Erotomaniac se trata de eso, de alguien que ama ciegamente a otra, y que le dice que las tormentas van a respetar el camino que su amado le deja, y que nos cuida la luna, puro amor y toda la poesía que uno se imagina, y la otra persona no tiene ni idea. Pero uno puede vivir con eso porque si uno es idealista, la ilusión es mucho más fuerte casi que el amor cuando se concreta, yo puedo vivir de un amor ilusorio y ser muy feliz, es extraño.

Mi novio siempre me dice: “pucha ya, de nuevo otro amor platónico” y se preocupa - “no, ¡que él no sea tu amor platónico! ¡por favor!" porque me ve así en Internet buscando y me dice: “que estái haciendo?" -“No nada”, “¡pucha! otro amor platónico, por la chucha, ¿yo no puedo ser tu amor platónico?” - "Pero es que tú eres real, tú existes."


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