Astro acaba de firmar Chicos de la Luz, uno de los indiscutibles discos del año en la escena indie latinoamerica. Este es el momento para darle rienda suelta a una nueva sección dedicada a la canción que más hemos escuchado en la última semana y esta coincide con la canción que da inicio a la nueva aventura sonara de los chilenos: Uno.
Esta es una oda al ostracismo en clave groovy que va subiendo hasta transformarse en una masa bailable irresistible. En sus primeros minutos escuchamos a Andrés Nusser enunciando la atomización del individuo desde un templo personal en el que la ansiedad y el auto-reconocimiento son el motor de una búsqueda eterna... suena bastante profundo, pero Astro sabe llevar las líneas para desdibujar los límites del entendimiento y hacer las cosas más simples, así, vamos pasando a un entorno metafísico y espiritual: “soy sólo un bloque del templo, el templo que me ha sumergido” entendemos a Nusser entre referencias a dioses y universos que implosionan, algo bastante sugestivo si entendemos que estos son los momentos más altos de una canción que nunca baja la guardia en sus 6 minutos de exploración bailable, y que además marca el ritmo de un disco muy compacto y luminoso aposta.
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