martes, 7 de julio de 2015

Camila Moreno - Mala Madre (2015)


En el mundillo de la música siempre hay artistas que pasan fugazmente, crean un destello, un hit a la altura del momento y luego su cola va esfumándose como humo. Hay otros que prenden la llama y alcanzan a calentar el espectro de miles, luego, mientras las cosas caen por su propio peso creativo, comienzan a prestar combustible de otras fuentes poco relacionadas al esquema creativo con el que se dieron a conocer y luego buscan llegar a millones con formulas que nunca parecen agotarse, pero que sí cansan por lo facilonas. Están los suertudos que pegan con cada trallazo y los que se arman discos como aventurándose a la vida. 

Aun sin conocer lo que la industria le depare a Camila Moreno, podemos constatar que esta chica hace parte de este último grupo de artistas, aquellos que no conformes con un hit, (Millones) se arma cada disco como una experiencia enriquecedora para el oyente. No hay guiños tontos ni obviedades, para su tercer disco oficial, Moreno se armó de buenas composiciones y la producción musical que la respalda desde el principio. Mala Madre, como llama, no sin razón a este disco, es una colección de canciones pensadas y armadas para transcribirse mismo ante el público de un festival como en la intimidad de un recinto con 100 personas.

A primera vista hay algo que nos llama la atención, es la elección del nombre del disco, su portada y los títulos que lo conforman. Desde el primer track, la siniestra Tu Mamá Te Mató, o ese bonito momento electrónico y de violines en Julia, en el que parece confrontar un fantasma familiar, hacen de este un disco dueño de una feminidad propia, una mujer atea, guerrillera, contestaría, pero consciente de su fragilidad y sus errores. 

Aunque en esta ocasión nos vamos por la senda más intima y cómplice de las canciones de Moreno, Mala Madre recurre también a la critica bien dirigida, eso lo constatamos con el primer single, la poderosa Libres y Estúpidos, o su continuación en la rítmica y casi mántrica Maquinas Sin Dios, letras afiladas con la visión catastrófica que caracteriza sus composiciones. Luego pasamos por canciones que aluden a las relaciones de pareja, en No parar de cerrar o la balada Sin Mí, otro lugar bastante visitado por Camila, y quizá la carta que siempre develará para identificar al oyente con el cuerpo de sus discos. 

Musicalmente este disco nos lleva por varios caminos, decididamente agresivo, calmado y reflexivo en los hermosos acompañamientos de violín, hasta estructuras que sugieren un ritmo que seguir, Bathory por ejemplo, resulta un track bastante sugestivo en cuanto a cambios de ritmo y Piedad se las juega por las sendas del trip hop y la electrónica, dejándonos claro que esta Mala Madre tiene muy manejadas sus influencias y las despliega creando un ambiente uniforme entre las disparidades de cada instalación. 

Mala Madre es sin lugar a dudas el mejor disco de Camila Moreno hasta la fecha, mostrando una evolución importante en la manera de abordar sus temáticas, incluso permite concesiones al dejar su voz en un plano más contemplativo dándole fuerza a la construcción sonora. Un disco al que no le sobra casi nada y que no aspira a cambiarle el juego a la escena musical, pero lo suficientemente aterrizado como para volverse la punta de lanza de un movimiento de intérpretes y cantautores que se van quedando en una de las primeras categorías que hicimos. Moreno parece inscribir su nombre en una lista de artistas ricos en referencias y más preocupados por la búsqueda que por el objeto a encontrar. 


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