Cuando un vídeo clip ha sido inspirado directamente por otro audiovisual, en este caso uno del cual se tiene muy poco conocimiento (hablo por mi), uno no espera apreciar el resultado en base a la colaboración, sino que damos pie al escrutinio, a revisar la fuente y luego a juzgar.
El nuevo single de Alex Anwandter, esta vez de mi canción favorita de su último disco, cumple la función de encaminar a la nostalgia al conocedor del documental "Paris is Burning" que atañe directamente al público drag. Pues a eso nos enfrentamos, un mundo que a muchos nos parece jocoso o aberrante en casos extremos de intolerancia, se apacigua con el solo título de la canción: en momentos no sabemos si la pregunta se la hacen a la comunidad retratada o al oyente en general; sea cual sea el caso, el empate equilibra las cosas, y podemos ver las imágenes sin tanto tapujo, con ganas de disfrutar de las notas de esta fabulosa canción inundada por sintetizadores.
Si las imágenes de gente bailando a sus anchas no tocan la sensibilidad, ese extraño e intimo interludio aspira a dejarnos perplejos, solo las notas de violín acompañan una escena que parece des-contextualizada, pero que puede encerrar un significado más profundo.
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