Marcar distancia de todo aquello que previamente hemos
cimentado siempre será un movimiento arriesgado. En el pequeño mundo aparte que
viene a ser el arte, en todas sus formas derivadas, resulta hasta peligroso si ha
existido un respaldo por parte de la crítica especializada referida a tu
especialidad. Es por ello que una de las sorpresas más recientes dentro de la
escena independiente peruana ha sido el cambio de rumbo del cuarteto Crik
Faluzi, quienes han dejado de lado la psicodelia y sonido de garaje propio de
sus dos primeras producciones para abrirle los brazos al pop y funk.
Si bien en ocasiones anteriores la agrupación ha intentado
acercarse a ritmos destinados a la pista de baile, aún con la tibiedad propia
de quien experimenta, es en Gritaste Luego donde parecen sentirse realmente convencidos
con estos cambios. La invitación a la pista de baile es explicita desde el
momento en que se le da play a la canción, no perdiendo efectividad hasta el
segundo final gracias a una melodía en iguales medidas animosa como seductora.
Cada vez que ocurren estos giros inesperados en cualquier
banda la mayor interrogante siempre será el futuro. Con la salida de nuevos
singles, o quizás una producción de estudio, tocará ver si Crik Faluzi logra
consolidarse en esta nueva postura de sonidos y colores más vivaces, o por lo
menos saber cuáles son los límites en la experimentación con sus nuevas
influencias. Comienza una nueva etapa y con ella varias preguntas, pero si en
el medio hay diversión, pues todo bien.
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