"Donde nos disparen florecemos" es la frase que da pie a la historia del nuevo vídeo del chileno (Me llamo) Sebastián, bajo la dirección del también chileno Roberto Doveris (Las Plantas). Una respuesta enfática a los momentos turbulentos que vivimos en materia política y social. Nuevamente abrazando las luchas de la comunidad LGBTI, Sebastián Sotomayor crea una letra de varias lecturas en las que prevalece el amor libre, en contraste con esta producción visual que ofrece paralelos desde la elección de los colores hasta el trágico desenlace que nos toma por sorpresa y nos desarma al instante.
Spoiler allert (para el que no lo ha visto): Con este clip, el equipo de (Me llamo) Sebastián rinde un homenaje a las víctimas de los crímenes de odio, como el ocurrido en Orlando en junio de este año y que cobró la vida de 50 personas y dejó heridas a otras 53. Los tonos azul y rojo no son fortuitos, parecen aludir directamente a los colores de los partidos políticos de Estados Unidos, país que es noticia recientemente por la elección de líderes que alimentan este tipo de flagelos. En él, nos sumergimos en la intimidad de dos personajes que acuden a un encuentro predestinado con desenlace fatídico.
"Seremos las balas, seremos los muertos" canta Sotomayor en una de las líneas más certeras de este himno de aires góspel, recordándonos que muchas veces los mismos miembros de nuestra comunidad se pueden convertir en nuestros victimarios. Esta poderosa pieza en conjunto revive los fantasmas del odio que nos rondan a diario y con un poco de suerte puede convertirse en un arma transparente para ahuyentarlos.
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