Fotos: Santiago Roa |
Ya son más de cinco años los que han pasado desde que llegué a esta ciudad, y a pesar del tiempo transcurrido ella sigue sorprendiéndome con shows inesperados. El corito de “no tengo voz para decirlo por eso vengo y te lo escribo” me sonaba de algún lado, no estoy segura cómo ni cuándo escuché por primera vez a los Hello Seahorse! La noticia de su presentación fue randómica, entré a la página de Radionica para oírla online y en las noticias aparecía una foto, un poco sobre su biografía y un video, era justamente el video de Bestia. Había que estar en ese concierto. Convencí a un amigo de ir a verlos, él tampoco los había escuchado pero se apuntó de una después de oír un par de canciones.
Se presentaban en Armando Records, un gran lugar pequeño para conciertos, en donde se puede estar muy cerca del escenario sin incomodar ni ser incomodado por nadie. A eso de las 11pm, sin mucho preámbulo empezaron a tocar y por una esquina salió Lo Blondo con su inmensa voz. Creo que no fui la única en sentir la fuerza y lo exquisito de esa voz. En las canciones que había escuchado se notaba que era uno de los sonidos clave de la banda pero en vivo, era impresionante. En un momento de la noche dijo algo así como ‘todos, todos tenemos una cosa chiquita aquí adentro (tocándose el cuello) de donde sale esto…’ y siguió con Velo de Novia. Podría no decir más después de eso, si han escuchado la canción se imaginarán el sentimiento que invadió al lugar. “Lo poderoso de la música” pensé. “¡Qué banda!” me dijo mi amigo, y por ahí me soltó un dato que había encontrado cuando se puso a escucharlos en Internet. Al parecer el segundo disco de Hello Seahorse! fue remasterizado por un ingeniero que también había realizado proyectos con bandas como The Arcade Fire y Beirut. “Buen antecedente” le dije.
Tocaron con una alineación poco común: dos baterías, un teclado, una guitarra y voz, pero el sonido fue impecable todo el tiempo, se notaba que eran banda, que todos estaban haciendo lo suyo y al mismo tiempo lo estaban haciendo en conjunto. Para tocar Casa Vacía se quedaron en el escenario Lo Blondo y Joe, lo hicieron en versión acústica aunque se sentía un poco a capela con la tremenda voz de ella y el juego de respiración abdominal entrecortada para los cambios de tono en el coro. La segunda mitad del concierto estuvo un poco más movida, en el escenario se notaba que ellos lo estaban disfrutando, y el público aplaudía, pedía canciones, saltaba, todos la estábamos pasando bien. Yo agradecía estar ahí, con buena compañía, un jueves, en Armando, en Bogotá. Como buena metrópoli, esta ciudad tiene su pros y sus contras, y este tipo de presentaciones son sin duda un gran pro.
Todas las fotos extraídas de la revista Cartel Urbano.com
Gracias @i0ui0 ;)
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