domingo, 17 de octubre de 2010

El Gil - Los Adioses Mutuos (2010)

El artista: Un día me llega un correo con música para descarga gratuita, me alegro, lo abro, lo escucho, me alegro, este hombre me escribe y nos ponemos en contacto, es buena persona, me alegro. Hace buena música, aun mejor. Desconocidos en la web, un hombre que hace música desde su casa para el sello CUU. El nombre detrás de El Gil es Gilberto Espinosa y solo se puede conocer por este medio: Su música. 

El disco: Pensando en un buen disco para reseñar, mientras veo el cielo con su vestido gris y esas gotitas ruidosas que no paran de caer, no pude encontrarme con un mejor soundtrack para este día nublado, que como toda tormenta siempre trae una calma abrumadora, aun cuando en la inercia de la lluvia ya haya mucha calma. 

El set melancólico comienza con una cancioncita acústica que destila melancolía y una letra sencilla capaz de contener pesares reconocibles por cualquier ser humano: “We’ve been building our homes in the sand. We’ve been building again and again. We still don’t know how the good Lord works.” 

A esto es básicamente a lo que nos enfrentamos; una catarsis de emociones en tonos bailables y suaves, con una dosis obvia de testosterona y una despedida como pocas. Los Adioses Mutuos es un disco grabado de forma casera, intimista y de igual forma delatadora. Esta es la mejor forma que Gilberto tuvo para canalizar la pérdida de su madre. Notaremos dejos sentimentales entre tanta nota bailablemente oscura, muchos ganchos rítmicos y armonías en una voz que no es la mejor que hemos oído en mucho tiempo, pero sin duda, una capaz de brindarnos momentos gratos mientras aprendemos a despedirnos y saludarnos. 

Polen ilustra muy bien mi anterior sentencia. La producción no contó con masterización, por lo que oímos cosas que nos pueden sonar dispares, pero entre tanto efecto descubrimos unas armonías alucinantes y una rima adecuada, bien llevada que agrega más sonoridad a la composición. La inercia es una de las pocas canciones en español del disco y aun mantiene el buen gusto en la letra, encaja en esa pista de trip hop acelerado y termina con una bonita tonada de guitarra acústica que parece un giro inesperado para un final bonito. 

Los tracks instrumentales Lupes y Rompevientos son como suspiros paradójicos, paisajes sonoros indescifrables que te enganchan con una calma melancólica. Flickleheart parece sacada de lo mejor del repertorio de Depeche mode, en escala indie y más aun, autogestionada, autograbada y auto patrocinada. Escuchar el coro es toda una experiencia, confrontaciones existenciales al mejor estilo Morrissey sin dejar de lado la mezcla que es calma en su estado más experimental. 

Did you even care? 
Were you ever there? 
All you took for granted 
All you ever asked 
All you ever searched 
Did you get your answers? 
Were you ever satisfied?

Control fue uno de los primeros acercamientos que tuvimos con este proyecto y desde allí se hizo notorio el gusto de Gilberto Espinosa por los synths poperos que se apaciguan con su voz encerrada. Esto es de lo mas descorazonado que puedes esperar de El Gil:  “Maybe we’re victims of our chemistry, let’s stop blaming ourselves for decisions we made from the gut.” 

Muertos vivientes sigue los pasos de su antecesora en darnos synthes encerrados con una composición que desde la letra parece irse a terrenos más escabrosos. Gloria es la canción que mejor ilustra el sentimiento del autor para la composición del disco. Una dedicatoria especial que te aprieta el corazón. No es la típica canción de despedida que te obliga el sentimiento sino una con alma propia. 

Canciones como Gorgeous llenan el espacio como si nos encontráramos en un antro a oscuras con rayos volando sobre nosotros, todos se relajan mientras este DJ nos infecta de su aura oscura. Así vamos llegando a las notas finales del disco que abren con un órgano electrónico y que se va transformando en una especie de Juan Son maduro que se interroga sobre sus 33. Ya no se qué hacer conmigo se le queda corto y seguro que Juan Son no se cree un fantoche, igual, la que considero la mejor canción del disco nos plantea esa pregunta que se vuelve una sombra constante cuando los veintes comienzan a acabarse. 

Gil Gil Gil ¿y ahora qué vas a hacer? 
Te sentiste sedentario y te cansaste otra vez 
En los ciclos que te mueves no te dejas marcha atrás 
Porque todo lo desechas cuando vuelves a empezar 

Los que han bajado el vol. 12 del amarillito se habrán encontrado con esta canción y seguro se les quedó en la mente, así como me la encontré sin querer en el reproductor de una amiga. A este disco pertenece y a esto es básicamente a lo que nos enfrentamos, notas pegajosas cargadas de pesadumbre y destellos absurdos de esperanza, ¿recuerdan la mención a la tormenta? 


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