Julieta Venegas abre su último disco con una canción de buenos bríos, edulcorada y sincera. Hoy es un poco de charla sobre el crecimiento personal, al aceptar el pasado con lo bueno y lo malo, esto, acompañado de la música adecuada, con unos cuantos destellos electrónicos, hacen de esta una grata introducción para lo que muchos consideran su mejor trabajo desde el incomprendido y excelso Bueninvento.
Cosas interesantes en Los Momentos, muchas. Empezando por esta portada que sugiere un movimiento arriesgado para una artista del mainstream, aunque sea un retrato de ella, cabe recordar como aman los "radioformuleros" las portadas con foto del artista en primer plano. Esto es precisamente lo que abandona en parte Venegas con esta placa, las formulas fácilonas, tanto musical como líricamente, y lo repetimos, estamos contentos con estos riesgos tomados.
No tratamos de despreciar lo hecho en sus placas anteriores donde el pop veía miles de formulas posibles en la inconfundible presencia de Julieta; en Sí, por ejemplo, hay muchas joyas inexploradas y otras tantas que quedan como recuerdo eterno del riesgo que tomó esta chica “rockera”, quien vuelve a hacer de las suyas, esta vez sumándose al movimiento electropopero.
El mejor single del disco, la directa Te Vi, seduce por su hipnótica secuencia de sintes así como el fraseo en el que Venegas hace alarde de una madurez sentimental abrumadora. En esta misma tónica, pero atreviéndose a sonar un poco política, Tuve Para Dar refleja las mismas inquietudes sonaras de Te Ví, pero muestra un lado que se extrañaba en la discografía de la mexicana. Vuelve, al lado de Anita Tijoux y Ruben Albarrán (Café Tacvba) (en su versión on-line al lado del power chileno Javiera Mena y Gepe) es lo más parecido que tendremos a canciones como Sabiéndose de los Descalzos o Andamos Huyendo de su primera placa, y eso es mucho decir.
La canción que da título al disco es una versión actual del tango en el que la voz conjura lamentos por el tiempo perdido. De esta, pasamos a un momento similar al que inicia el disco. Un poco de Paz, tiene esos destellos de lucidez y reflexión sobre la sencilla condición humana, a la cual Venegas alude con voces cotidianas y de fácil adición, los tambores y la evolución de la mezcla, incluso la suma de un coro de niños, nos hace prepararnos para una guerra intencional y personal de la cual salimos bien librados con un fade out.
La medio tiempo Volver a Empezar es otra poderosa rola de proporciones catastróficas, acunada en las rupturas, los dolores y la melancolía de estos momentos de los cuales nadie quisiera un ápice. Un mensaje claro vale más que mil explicaciones, y es así como esta placa se gana su lugar en momentos en los que la música popular parece estar re-definiendo su Modus Operandi; Venegas termina vistiendo sus trajes más “indies” y entregándonos canciones que dan fe de su madurez y de su carácter como músico que sabe arriesgarse y salir airoso.
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Creo que este será mi disco favorito de la Venegas en mi vida.
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