La cantante y actriz argentina Violeta Castillo nos escribió justo después de publicar el último compilado del blog, el bonito #OrnamentoInútil, y la idea de sumarla al material no era para nada descabellada. Castillo es una favorita de la casa y su pop de autor siempre es bienvenido y celebrado por el staff amarillo. Así que, ni cortos ni perezosos les presentamos esta nueva adición al compilado.
Violeta, quien nos había prometido la edición de un disco recopilatorio con las canciones de sus anteriores EPs ha aplazado este proyecto de cara a lo que será su nuevo disco Errorws de Tipeo, el cual podría llegar a nuestras pantallas en marzo o abril del próximo año. Una sabia decisión para un nuevo paso en su producción musical. Bajo la Lluvia es una canción ambiental como pausa para el ritmo que exploró en su anterior placa y quizá para un estado emocional y existencial: "Conoces lo mejor, también lo peor de mi. ¿Cuánto más hay que hacer? ¿Cuánto hay que gastar para evitar morir?". Bajo la producción de Nicolás Pedrero (Defórmica, Lucas Marti), Bajo la Lluvia también ofrece una curiosa mezcla de sintes que se suman a la corriente minimal del momento, ese medio tiempo entre el hip hop y el pop que hace relucir las frases de Castillo, siempre al pelo y en pos de la recordación.
Toda suya chic@s! La descarga la pueden hacer directamente desde el player o siguiendo al post del compilado que ahora comprende 27 canciones imperdibles de la escena independiente iberoamericana.
Gabriela Jimeno A.K.A Ela Minus viene de convencernos a todos con la edición de Jamaica, su primer single producido por el chileno Andres Nusser (Astro). Y con Kiddo, la segunda entrega de su muy esperado debut en EP, reafirma la apuesta que muchos hemos hecho sobre su proyecto solista.
Kiddo es una nueva muestra de luminosidad minimalista, una pieza juguetona a la cual es muy fácil adherirse gracias a su espíritu libre y esa síntesis tropical que brilla con luz propia entre programaciones y la delicada voz de Minus. Cómo reza una frase de la canción "As long as I'm nowhere, I can be everywhere", es seguro que de tan etérea y carismática esta chica logrará expandir su alcance, de momento sigue conquistando nuestros oídos con cada reproducción.
Ela Minus hace parte de Ornamento Inútil, el vol. 26 de "el amarillito", en descarga gratuita desde aquí.
En una estrofa del más reciente track de Helado Negro, Roberto Lange
reza que llegará un día en el que nos despertaremos sabiendo que seremos
jóvenes, latinos y orgullosos el resto de nuestras vidas. ¿Nos habremos dado cuenta
ya?
Participar de un evento y más aún
de un festival por fuerza debe definirse partiendo del significado que la
colectividad nos brinda, “un conjunto de intereses en un grupo de personas”. La
intención de este prefacio no es la de usar adjetivos para explicar lo que fue
el primer Festival Nrmal Costa Rica, su fin es aclarar porqué la primera
edición del festival en suelo costarricense permitió que el público asistente
encontrara un momento en el año donde el llamarse latinoamericanos tendrá un sabor
que va más allá de la sociología.
Desde su anuncio, la festividad
celebrada el pasado sábado 21 de noviembre significó para muchos una respuesta
a las plegarias hechas después del vacío que el Festival Imperial dela Cervecería
Costa Rica (el único festival con actos internacionales que se había dado
en Costa Rica durante tres ediciones y sorpresivamente el más grande en todo
Centroamérica) dejó en la audiencia alternativa. Entre la euforia de la noticia
surgieron obvias interrogantes bajo el cúmulo del “regreso” de un festival al país: line-up, precios, días y transporte. Sólo con dos detalles se sació la
curiosidad: era una fiesta organizada por Nrmal y tendría lugar en Pedregal,
un sitio alejado de la capital y que demostraba una opción renovada del ya muy
utilizado Autódromo La Guácima.
Como ya fue expresado
en otra publicación del sitio, el tener un festival manejado por Nrmal en Costa Rica significa
comprender el avance que se está dando en el impulso de proyectos musicales
independientes. Muy alejado del mecanismo utilizado en el humilde inicio del
Festival Nrmal en México durante el año 2010, la primera edición costarricense
se caracterizó por tener una admisión gratuita obtenida por medio de un
registro que significó un blanco para las críticas por parte de varios
asistentes que alegaban un posible “filtro” de espectadores en el festival. Dejando
de un lado el asunto de los pases a la
actividad que resultaron el principal y único “inconveniente” para muchas
personas, la fusión Epicentro y Nrmal comprobó que la unión respondió a un
riesgo que terminó por aplaudirse y agradecerse.
No importó cómo llegar ni mucho
menos las amenazas del temporal que ha estado sobre el país desde hace días. El
gris del pasado sábado contrastó con la explosión que se dio el en la plazoleta de La Casona de
Pedregal, donde vimos a nueve de los actos iberoamericanos más relevantes
de la actualidad. El lugar se transformó para albergar a una reducida cantidad de
asistentes pero que al pasar de las horas fue rellenando el asfalto mojado por
las constantes lluvias. Dividido en dos escenarios, el Main Stage y un
Domo en medio de la zona verde, el festival se desarrolló para que hubiera
volatilidad en presenciar la oferta de actos ofrecidos donde las propuestas
principalmente electrónicas se aislaron dentro del Domo y las más dinámicas
(bandas) en el Escenario Principal al aire libre.
1 de la tarde y no se sentía como
si fuera esa hora, las nubes tapaban el sol y al entrar escuchábamos un eco
masculino con distorsiones. La puntualidad relució y lo
comprendimos al ver mientras nos acercábamos a la plazoleta al venezolano Cheky
Bertho sobre el escenario y unos cuantos asistentes frente a él. Algunos
sentados, otros en plan social y otros preparándose con cervezas se movían
alrededor mientras Bertho debutaba en tierras costarricenses como Algodón
Egipcio. Unos cuantos errores en el sonido confundieron la presentación con los
sonidos electrónicos que Bertho manipulaba desde su laptop y guitarra eléctrica.
Por más falta que nos hicieron sus recientes covers de artistas del sello Lefse, o tal vez un recuerdo de Jóvenes y Sexys, Cheky llevó a cabo su presentación armónicamente al dirigirse
constantemente al público invitándonos a bailar con canciones tristes como la
nueva Las gotas plateadas, dedicándole
El día previo a un amigo quién
estaba pasando un mal momento y hasta despojarse de sus instrumentos para
demostrarnos su solo de baile. Una presentación agradable pero con poca
asistencia, un Algodón Egipcio idéntico al que conocemos en sus canciones y que
nos antojó más de su siguiente disco a estrenarse el próximo año.
Los actos costarricenses
iniciaron con el debut en vivo de la próxima gran banda Hijos. Con una alineación principalmente de la provincia de Cartago, el proyecto del ex vocalista
de Florian Droids, Pablo Rojas liberó por fin el resto de
sus Nueve
canciones de las cuales ya conocíamos varias. El cielo continuó igual de
indeciso al darnos algunos rayos solares y una oscuridad repentina con una
llovizna que llegó al momento de escuchar el gran tema La Playajunto a la cantante tica Kumary Sawyers: “esto es la playa en la lluvia” dijo Rojas al
escucharse el sample de una trompeta
en el fondo. Pasando por las ya conocidas Unoy Rey León, el set de
Hijos logró fascinar al público como si fueran una banda de años gracias al
enganche de sonidos soul, pop y funk. Ese sábado descubrimos que nadie debe perderle la pista a los
Hijos de Cartago.
Entre capas y sombrillas que se
iban cerrando, pocas personas del público presenciaban el acto del noise de la
vieja escuela de aUTOPerro. Ya con la madurez reflejada en sus caras, los compositores del
proyecto se valen de herramientas e instrumentos usuales que resultan insuales
al grabar sus sonidos para crear una mezcla de electroacústica empleando
sintetizadores y una laptop como base.
En un inicio la presentación no logró agrupar a tantas personas pero no fue
hasta el final que la utilización de un taladro logró los aplausos y silbidos de la audiencia hacia
los señores arquitectos detrás de aUTOPerro.
Nos dirigimos al Domopara descubrir qué pasaba y nos topamos con
visuales reflejados en el techo blanco mientras Sergio Wiesengrund preparaba su set que comenzaría en unos minutos. Ni
las dos pilas de galletas gratis ni las pelotas plásticas hicieron que la
atención se perdiera ante la interesante presentación de The Wiesengrund Project. El kraut
y el glitch se retorcieron por
toda la circunferencia del recinto que poco a poco se llenaba de personas que experimentaban de cerca o de lejos (debido a lo lleno) las frecuencias que Sergio
recrea justificándolas con su temática del error. Los audiovisuales corrieron
por cuenta del ya consagrado artista visual Pollux quién preparó retazos de cintas caseras y pixeles para que
fueran la combinación más coherente entre los golpes electrónicos de The
Wiesengrund Project, el público y el calor que comenzaba a asfixiar el recinto.
El calor del Domo nos
recordó que Buscabulla estaba por presentarse afuera y nos dirigimos de prisa
para infectarnos de la tropicalia que Raquel Berrios y Luis Alfredo del Valle
han venido creando. Su prueba de sonido igual nos permitía bailar un poco al
escuchar de fondo los synths de Caer mientras veíamos a una Raquel concentrada y hasta seria. Minutos después, un
saludo por parte de Berrios hacia la audiencia fue respondido con bastantes
aplausos y la sonrisa de la vocalista fue el preámbulo perfecto para empezar a
bailar. Pasando por Métele y Sono en una versión más pesada en las cuerdas, llegamos a Temporal, irónicamente en el momento que la lluvia volvió a aparecer. No
importó cómo, si entre sombrillas, gorros improvisados y capas; bailar era una
necesidad. La escasez de canciones por
parte del cuarteto nos inquietó al saber que su set no duraría tanto pero con
versiones extendidas de las canciones ya grabadas y los pasos de baile de
Raquel la inquietud fue saciada. El deleite siguió con el ya conocido cover de Tite Curet AlonsoTú
Loco, Yo Tranquilo, sucedido por el tributo a su tierra puertorriqueña con Tártaro,un homenaje al salsero Frankie Ruiz. Dejando la versión extendida
de Caer para un final memorable.
Con la emocionante experiencia
que Buscabulla nos dejó, regresamos al Domo para presenciar el acto del ya
aclamado productor (costarricense igual) Giancarlo
Renzi que con sus bases 8 bit y techno inauguró el sentimiento rave en su papel como Raido. Su presentación es un juego con
las personalidades, nadie es percibido entre el baile y la fusión de sonidos
que Renzi va guiando. Escuchamos por varios minutos el acto de Raido para poder
llegar a un lugar cerca del escenario afuera y poder presenciar a Helado Negro quien
estaría recibiendo la noche mientras su concierto durara. Lamentablemente la
caída del sol no se pudo ver pero la húmedad del lugar resultó más valiosa
durante el concierto que Roberto Lange nos dio por una hora. La mayoría de
asistentes desconocían del acto ecuatoriano lo que sirvió como la excusa
perfecta para cerrar los ojos, mover los hombros y chocar entre extraños y
conocidos en el público. Esa fue la mezcla ideal para presenciar la magia y más cuando vimos a Helado Negro bailar en medio de sus dos “tinsel mammals” que reflejaban el juego de
luces en el escenario. Dance Ghost nos puso a bailar y el retumbar de la percusión llevó a todos los presentes en la hipnosis que Lange efectuó tal y como se escucha en sus grabaciones. El
turno de la somnolienta Young, Latin
& Proud fue el momento más personal de la presentación, cuando muchos
repetimos incontables veces su coro como himno ideal, de lo que añoramos
y somos. Roberto Lange nos dejó
satisfechos, nostálgicos al invitarnos a su atmósfera de sueños.
Seguido, llegó el acto en habla inglesa The Sonics quienes nos enseñaron que la
energía se tiene si se quiere, y que lo demás es mentira. Las cuerdas del rock n roll nos sorprendieron al ver
sobre el escenario un quinteto de la tercera edad generar euforia por una hora.
Más de tres mosh y crowdsufings rellenaron la implacable presentación
que los estadounidenses entregaron. Sus éxitos más reconocidos sonaron, tales
como Psycho y otros nuevos como Bad Betty o 666. Un abrazo entre el pasado y el presente demostró que la
juventud jamás tendrá edad. Luego de ser partícipes del encuentro punk y rock n roll que The Sonics maniobraron, corrimos a conocer al proyecto
emergente mexicano AAAA en el Domo. Gabo
Barranco es una de las nuevas esperanzas de la electrónica de México, con
su armamento de cables y botones destruye los lugares con su penetrante sonido
techno y ácido. Por varios minutos recreamos con AAAA el estar dentro de una máquina,
nos retorcimos y vimos cabezas girar y voltear. Un gran cierre dentro de la
esfera blanca que nos preparaba para el plato final del día: Gepe.
Saber que Gepellegaría a Costa Rica
era algo que costaba asimilar desde un inicio, ver una leyenda contemporánea
como Daniel Alejandro Riveros fue una aventura nostálgica tal y como lo han
sido sus producciones. Gepe llegó al escenario de una relacionándose con el público llamándonos “chiquillos” con un carisma igual de exuberante
que el talento que posee. Su repertorio consistió en temas de culto donde
resaltaron La Ventana, Alfabeto, Bomba Chaya y pasando por temas de su más reciente Estilo
Libre: Marinero Capitán, Piedra contra Bala, la mítica Hambre (muchos
esperaban que Wendy Sulca llegara con Gepe pero no se dio), Ser Amigosentre otras. Las conversaciones en torno a los discos
de Gepe, de su presentación, su baile, su indudable cuidado por la
instrumentación rellenaban las cortas pausas durante el concierto que se
compensaban con su energía tan reconfortante. Bailamos como pudimos, coreamos
como si fuera la cuarta vez que escuchábamos los discos, apreciamos, pero nunca se
borraron las sonrisas que desembocaron en gratitud del público luego del cierre
con la frenética En la naturaleza.
Lluvia que valió la pena, que tuvo un sentido, la que nos lavó al igual que la
música que pudimos vivir.
Epicentro en conjunto a Nrmal regalaron al público la ilusión de ver un evento de primer nivel, un festival que Costa
Rica se merece, uno que los actos iberoamericanos ven con respeto y como congregación de emociones
y vivencias en torno a la música. Ese sábado pocos pensamos en cómo regresar a
nuestras casas y la sorpresa fue mayor al saber que ya a las 10 de la noche el
festival concluyó y la “cruda” realidad nos esperaba en la banqueta de la
entrada. Esperando un bus, buscando dinero para pagar un taxi o rezando
porque la batería del celular no se acabara. Estábamos llenos de gratitud. Regresamos cómo pudimos a nuestros
lugares abatidos por el dolor de piernas, pero repletos de la emoción que un
músico (o varios) pueden generar en nosotros. El pasado 21 de noviembre en
Pedregal encontramos un momento para recordar que la juventud es un término que
no se puede atribuir sin que se le agreguen las experiencias de fenómenos como
la música, esos que nos pueden marcar para llegar a llamarnos en un futuro “viejos,
latinos y orgullosos”.
el equipo de el amarillo agradece a los artistas y sellos que nos permitieron liberar estas descargas. Shaman y los Pilares de la Creación aparecen por cortesía de Concepto Cero y 432 Hertzios Publishing. Alegría Rampante aparece por cortesía de Discos Diáspora Le Parody, El Sueño de la Cara Propia, y Francisco Pinto aparecen por cortesía de Ponk Records Emilio José aparece por cortesía de Foehn Records
Sólo soy la canción que no puedo tocar / sólo puedo escuchar y entregarme a pensar / que está hablando de mí. Sue Mon Mont – No es conveniente
Sueño que me encontraste, la nada se me hizo algo / Rompimos tantas paredes / robamos tan sólo un banco / Y sellamos con un beso la gesta de la pasión.Shaman y Los Pilares de la Creación (con Santiago Motorizado) – Sonríe
No olvides cuidar de tu color / que el invierno no te pille escondida en blanco y negro.
No olvides cuidar de tu color / si te encuentro colorida mi mundo tendrá color.Trostrigo – Cajita de Pandora
El paso se hizo laberinto / el laberinto la tendencia / una tendencia hecha para matar, porque el dolor se hizo hábito. Pamela Rodriguez– Una Herida Hecha Luz III
A agua da panela debe ser mais quente que a do mar / Deixa ele salgar na areia da Praia.Sara Não Tem Nome – Ômega III
Pequeño Cícero / un punto en la almohada / un hueco en mi sabana.Alegría Rampante – Cícero
Espontáneamente, cada pieza va cayendo en su lugar / Tantas caras que parece una ilusión / todas bajo el mismo sol. Algodón Egipcio– Multiestabilidad
Voy, voy donde me lleve el tren voy, voy / Hoy, hoy ¿dónde me despertaré, hoy? Hay, hay por cada herida un lugar. Le Parody – Hondo Agujero
Tres males viven dentro de mi cuerpo / ladran gritan, gruñen, muerden y rasguñan / Viven en el fondo de mis pensamientos / van a salir hoy / es mejor que huyas.Ságan – Calígula
Me compré un monitor / viajamos juntos y encendimos / para estar mucho mejor / prefiero ver a mis amigos.Los Animales Superforros – Meta y Ponga
Conseguí un amuleto / me hizo asegurarlo / me dejé caer subiendo / y ahora estoy en un árbol / Y ahora no sé si estoy fuera o dentro. Gomas – Amuleto
Otra chica inalcanzable me dice que me quiere y que no quiere con nadie más / Pero si le hablo en serio, me dice que me calle que no quiere saberlo. Los Waldners– Periodistas
Hay una ballena en mi cabeza y no se va / ojalá que no se vaya jamás que se quede aquí hasta que me diga toda la verdad.Ela Minus – Jamaica
Un punto partido, derrotando el espacio / Edificios flotan en mi pecho.Colombina Parra– Edificios
Viajé al pasado a solucionar lo que había arruinado y lo volví a estropear. Mi Amigo Invencible – Máquina del Tiempo
En un balcón me he de encontrar cantando mi historia a la gente / tratando de encontrar / esas cosas que acostumbro a perder.Pels – Vida Cabeza
Hasta siempre y para siempre mi más grande amor / con el tiempo y la distancia me sentiré mejor.Jessy Bulbo – Hasta Siempre
Mira que te advertí, muy tarde / Saco el veneno, impactante / no me pidas regresar / cuidado con la tormenta que es mortal. María y José – Tormenta Tropical
...la reproducción de la vida mundial depende de la comida que se come diariamente / Si no tienes comida, no tienes capital / pero quien tiene capital compra comida fácilmente.Emilio José – Manual de Luta Campesina
Ridin' 'round your city with the top down / Cause my passenger is pretty, we won't stop now.Kali Uchis – Ridin Round
Inevitable sentir, la fuerza que nos trajo aquí /Nos atravesó el corazón / fue como una explosión / caímos los dos. Marineros– Secretos
Ya que estamos acá te gustaría escuchar / es que algo tengo para decir / hay música y dolor / caos alrededor / la noche es un destino fugaz.Entre Ríos – Para Mi
Fuimos jóvenes / creímos en los "para siempre" / y echamos a perder / perdimos la apuesta y ganamos la piel.Francisco Pinto (con Fakuta) - Los Sueños
Clara espina me atraviesa / me va descosiendo tan veloz / cortos meses dilatados / derraman sus vicios en mi voz.Sr. Presidente – La Sociedad (de la Tierra Plana)
Conoces lo mejor, también lo peor de mi. ¿Cuánto más hay que hacer? ¿Cuánto hay que gastar para evitar morir? Violeta Castillo - Bajo la Lluvia
Aprovechamos la visitade Aterciopelados a la ciudad donde se origina este blog, Barranquilla, el próximo sábado 21 de noviembre, para rebuscar en nuestro cancionero las 10 canciones que a nuestro parecer representan mejor la extensa discografia de esta institución de la música alternativa en Colombia. Coincide además con el lanzamiento de este disco homenaje a El Dorado en el que participan varios artistas iberoamericanos versionando las canciones este legendario disco. Hacer esta lista no fue tarea fácil, y dudamos que sea del agrado de todos, ya que nosotros mismos nos lamentamos de no haber incluido algunos números imperdibles como El Álbum, Platónico, Colombia Conexión,Baracunatana y Florecita Rockera (haría falta un top 20 o 30). Al final, acá van las 10 preferidas de el amarillo, nuestro sencillo pero sentido homenaje a estos eternos y evolucionados hippies.
10. Tomate (Río, 2008)
El último disco de Aterciopelados, el ecológico Río, presenta críticas políticas feroces en canciones como Bandera, Hijos de Tigre o Día Paranormal. Pero acá nos decantamos por una canción con una vibra nostálgica. Una apuesta discreta para una canción con un mensaje apabullante. En Tomate, Aterciopelados nos narra un pasaje, un momento de iluminación a la luz del secreto de un personaje que los llenada de admiración. Una narración escueta, un mensaje simple pero no por menos imprescindible: "esa es la verdad verdadera!".
09. Complemento (Oye, 2006)
Oye fue el disco que marcó el esperado regreso de Aterciopelado luego de sus primeras aventuras en solitario, y aunque en lo personal se me presenta como un disco disperso y poco inspirado, nos introdujo esta joyita de punto "punk" y enamoradiza hasta el tuétano. Una zampoña atraviesa la pista, que se completa por los certeros golpes de batería y el inconfundible bajo de Hector Buitrago. De los Andes al espacio exterior, esta canción sabe hacernos despegar en el marco del idílico imaginario de la media naranja.
08. Mi vida brilla (Evolución, 2002)
Evolución es el título del hasta ahora, único disco compilatorio de Aterciopelados. Editado en 2002, marcó una nueva búsqueda en el mapa sonoro del grupo, la electrónica. Varias canciones nuevas se mezclaban con el exitoso repertorio de la banda que brilló con luz propia en la década de los noventas. Justamente de brillo hablamos en esta canción que también marca los homenajes de Echeverri a la llegada de su recién nacida hija Milagros, de un revitalizado amor a la vida, y de un espíritu hippie que supo llegar al 2000 con coherencia y una ejecución ejemplar de loops.
07. Cosita Seria (La Pipa de la Paz, 1996)
Justo después del gran éxito de su segundo disco, el mítico El Dorado, Aterciopelados se planteó la continuidad sonora con La Pipa de la Paz, un disco extenso que aborda temas como la misoginia y la ecología con tintes de humor negro y un acercamiento aún más ecléctico a nivel musical. De allí parte esta Cosita Seria, una canción que mezcla percusiones tropicales con arrebatados riffs de guitarra metalera, dándole a la identidad a esta divertida pieza, como un anuncio de principios, para mujeres con poder.
06. Luz Azul (Gozo Poderoso, 2000)
Esta canción viene siendo el Bolero Falaz de los 2000 (en términos de popularidad), muy cercana a El Álbum, otro emblema de su primer disco de la década,
Gozo Poderoso. Acá la
búsqueda en sonido es la de un electropop con factura chamánica, un concepto un
tanto extraño pero que engloba el imaginario de la banda: mantras, chacras,
iluminación, una invitación a dejar los problemas atrás, un himno sencillo y
que seguro coreamos desprevenidos, cómo cualquier otro hito del pop de este
siglo.
05. El Estuche (Caribe Atómico, 1998)
Más que criticas lo de los Atercios ha sido dar lecciones en canciones de formato compacto. El Estuche es un claro ejemplo de este postulado. ¿Quién no se adhiere a ese “Mira la esencia, no las apariencias”? Cuan fácil es dejarnos llevar por el vaivén tropical camuflado entre atmósferas andinas, y cuantos aplicamos al fin esta lección de principios: “agúzate, hazte valer”.
04. A Eme O (Andrea Echeverri, 2005)
A Eme O hace parte del primer disco solista de Andrea Echeverri, pero también del repertorio de los conciertos del grupo. Los que la conocen ya saben que esto no es más que amor maternal, una pieza caprichosa, luminosa y ¿Por qué no? iluminada. Acá Andrea no sólo rinde homenaje a su hija, sino a su vida en pareja: "desde que naciste soy mejor amante, como si hubieras destapado mis conductos” es la primera frase que le escuchamos decir en la canción y mientras el paseo instrumental, siempre en crescendo y con un vibra insuperable, nos deja con la energía a tope y seguros de que aunque no seamos madres sabemos cómo se siente y ¡vaya que es bonito!
03. Maligno (Caribe Atómico, 1998) De Maligno siempre será necesario revivir ese juego de guitarras y bajos caribeños que tejieron los Aterciopelados para el disco que los vio saludar la llegada del nuevo siglo. Otra joya del desamor para su haber, repleta de imágenes diáfanas de heridas, de frases contundentes, de una orquestación diabólica y de uno de los mejores, más premeditados y divinos registros de Echeverri.
02. Bolero Falaz (El Dorado, 1995)
Bolero Falaz es junto a Florecita Rockera, la canción de iniciación al imaginario Aterciopelado. Ese inolvidable: “ Te dije no más y te cagaste de risa” queda para la posteridad, así como la imagen del grupo recorriendo las calles del caótico centro de Bogotá en los noventas. Un must para fans y un obligado para los conciertos donde seguramente nos reventamos las cuerdas vocales entonando ese “malo si sí, malo si no, ni preguntes”, aunque esta pieza concreta y directa, de un desamor apabullante y atemporal, tiene más de lo primero, un bueno per se.
01. Rompecabezas (Gozo Poderoso, 2000)
La Cuchilla, la versión trash del hit de las Hermanitas Calle, con la que Aterciopelados se presenta al mundo en su primer disco, es la pauta que seguirían las canciones de desamor que aparecen gloriosamente a lo largo de la discografía de los colombianos. Nuestro número uno es quizá la canción que mejor condensa ese sentimiento de desesperanza y de desilusión. Rompecabezas, así como un punto de partida después de la pérdida y la cuchillada trapera, resume la búsqueda sonora de Aterciopelados, el clímax andino, los vientos, las atmósferas adecuadas para que Andrea se luzca vocalmente y nos anime a unirnos a ese coro sublime: "empiezo una nueva vida..."
Los cazadores de respuestas tontas de reinas de belleza recordarán ese "epic fail" de una miss española a quien le pidieron que dijera en pocas palabras lo que conocía de Russia. Su respuesta políticamente correcta y abierta nos deja varias incógnitas sobre nuestra propia cultura general, sobre lo que creemos saber y conocer de la situación política y de la gente de otras partes del mundo. Afortunadamente, ahora todos nos enteramos de lo que pasa en el planeta en instantes gracias a un vídeo en Intagram y ante la viralidad de un hecho noticioso nos volvemos máquinas de opinión en Twitter. Pero en el fondo todos podemos ser esa reina, porque aunque creamos tener las respuestas y la información a la mano no somos más que transmisores nulos de información, repetidores de patrones y testigos inertes de los hechos.
En este marco de informalidad mediática y de acontecimientos cada vez más contundentes aparece el segundo disco (triple) del cantante de Ourense Emilio José. Justo cuando asistimos a la tragedia parisina, a los bombardeos en Siria, los desplazamientos forzados (los cubiertos por los medios tradicionales) y de tragedias naturales cada vez más crudas, ahí está él con un disco extenso para resumirnos el momento, para convertirse en el "Zeitgeist" de esta década, diciéndonos claramente: "que importa Kim Kardashian" si en pleno siglo XXI hay un pueblo buscando su independencia de la corona española, y entre otras cosas que los campesinos necesitan libertad para producir.
A todas luces este es un disco político como pocos. En él, Emilio toca temas sensibles y que sin duda cobrarían mucho eco si él fuera un artista de masas. Es imposible no sentirse aludido, por menos español que seas, a sus duras palabras en Sepé Tiaraju donde abre con la frase: " ETA no mató tanta gente como España", reviviendo el fantasma del colonialismo y con ese espíritu reivindicativo de una región. "Yo no defiendo la violencia pero...", lo entendemos en su inteligible gallego y de una nos volvemos parte de un debate moral al replantearnos el escenario de violencia que ha envuelto la historia de un país que puede ser el nuestro. Fácilmente puedo venir a Colombia donde acabamos de conmemorar 30 años de la masacre del Palacio de Justicia, un hecho que no tiene culpables claros y cuyas consecuencias para la vida política del país siguen siendo nefastas. ¿Fue el Gobierno? ¿El Gobierno mató más gente que la guerrilla? preguntas sobre nuestra historia que reviven como reflejo de la España que esboza José en varias canciones de este disco.
En Manual de Luta Campesina, un ensamble de teclados, bajos y guitarras como paseito tropical, nos explica la problemática de la producción de alimentos en el campo. Ese efecto de baile, necesario ante esta irresistible pieza, se confunde con nuestra reflexión cuando lo escuchamos decir "...la reproducción de la vida mundial depende de la comida que se come diariamente. Si no tienes comida, no tienes capital, pero quien tiene capital compra comida fácilmente". Más que venir a poner el dedo en la llaga estas canciones de protesta se sumergen en ese estado latente de opinión y desinformación en el que vivimos. Cuando hay que hablar de política hay que hacerlo en serio y en la minimalista y hip hopera Xero (Cocaína) se suman el lenguaje soez y los gritos contestatarios a la información que Emilio regurgita con maestría.
A nivel musical, la primera entrega de este disco es un collage infinito de ritmos. Por un lado el Jazz en 리설주 (me siento como la miss España ahora), los paisajes de ensoñaciones de Coalición Galega y Hoje ⁄ Tu e Eu, el bossa nova de la extensa y amorosa ♥ (que merece nota aparte), o la experimentación electrónica en Meninos en la que escuchamos guiños al productor venezolano Arca. Parece que musicalmente Emilio sabe en qué estamos, y estos años de ausencia no han hecho más que enseñarle a canalizar sus esfuerzos para condensar el espíritu del momento. Pero como él se precia de ser un músico poco ortodoxo prefirió darnos todo el paquete de su producción de estos últimos 6 años.
Que este disco llegue en estos momentos parece coincidencia, pero si algo nos ha enseñado la historia es que eso de las coincidencias no es que exista de a mucho. Más bien lo necesario era tener a la persona adecuada para decir las cosas que nadie se atreve a decir, ser el documentalista del momento, el mesías de las causas nacionalistas, el músico prolijo que sabe crear canciones concisas con ritmos, melodías y géneros que le pertenecen al mundo.
Vale aclarar que no son canciones efectistas, no encuentro aquí ánimos de caudillismo; el valor como autor que le doy a Emilio aflora con la escucha, y el entusiasmo agregado depende del gusto del oyente. Puede que esto no trascienda ni llegue a las masas, pero no dije ya que vivimos en tiempos convulsionados, y que si a alguna reina de belleza le preguntan por la música de este ourensiano ella seguro saldrá con una perla para la corona en forma de: “es un músico independiente que dice cosas, y ya no sé mucho más”.
Después de editar una de las canciones más rompedoras y una fuerte candidata a canción del año, Heberto Añez AKA Sr. Presidente se mantuvo hermético y nos tuvo a la espera de su cuarto disco. Hasta que hace unas semanas, esta placa que se guardaba con recelo, cual secreto de estado, vio la luz de nuestras pantallas y se instauró en nuestros parlantes con rapidez. Ávidos de encontrar más guiños y ganchos ochenteros, de frases directas y estructuras upbeat, lo que nos llevamos fue una sorpresa mayúscula al toparnos de frente con una balada como track de apertura. A medio volumen (cosas de trabajo) y con la desventaja de la calidad del dios Youtube, fuimos dándole play en repetidas ocasiones a este Ilustre Ventanal de Estrategias hasta que a la tercera escucha comenzamos a agarrarle el gustito y a descubrir el poder oculto en estos tracks que a la postre también sitúan a Presidente como uno de los autores del año.
En estos días de escucha continua también nos hemos venido replanteando la sutileza de la sensibilidad masculina, y con Sr. Presidente se nos vienen a la cabeza los nombres de varios crooners latinoamericanos que ilustran a la perfección este postulado. El peruano Victor Hugo, el dominicano Juango Dávalos o el mismo Eduardo Alegría de Alegría Rampante, nos permiten apreciar la otra cara de la moneda de este acercamiento a la canción popular y de las preguntas que “ellos” se hacen. En Ilustre Ventanal de Estrategias este “chamo” destapa sus cartas en un cancionero de factura pop, lleno de detalles y letras que permiten darle varias vueltas y lecturas al conjunto.
Evidencia absoluta es esa balada inicial y homónima del disco en la que alude a la soledad y a la pérdida de una forma poco evidente. “El olvido empaña mi nación” lo escuchamos en una línea de la canción, anunciando una crítica o una metáfora que se complementa con la siguiente: “aquí ya no queda un alma / ni un alma ni un albor” pero que luego resuena en abandono con la conclusión “sé que te quedas callada / comprendo tu razón”. La canción en forma es una mixtura entre El Pez Traslúcido del mismo Presidente y Don’t let me be the last to know, interpretada por Britney Spears, una curiosidad pop a saber en un mar de influencias literarias y preguntas trascendentales.
En la segunda instalación del disco, la inmarcesible y atemporal La Sociedad de la tierra plana, vemos a nuestro héroe valiéndose de guitarras, sinthes y un manejo acrobático de su registro vocal para servirnos una canción que podría iniciar un debate sobre el estado de nuestras sociedades y el paso del tiempo: “toda esa maldita armonía es recuerdo” o sobre la búsqueda del “yo” en esta masa de influencias: “clara espina me atraviesa / me va descosiendo tan veloz / cortos meses dilatados derraman sus vicios en mi voz” hasta dejarnos con una posible solución a este océano de ideas y paranoia “re-encontrar la puerta que nunca se cierra”. Con las veces que hemos repetido estas tonadas, es seguro que Presidente abrió una caja de pandora y nos comparte de su inagotable contenido.
En este disco que presenta varios ejercicios de estilo nos hemos ido dejando llevar por la percusión y el paso folclórico que marca el ritmo de Mar de Aral. Como si la muerte fuera un ejercicio político colectivo, nos mesemos entre frases lapidarias que Añez sabe suavizar con un sutil “uhhh”: “somos los restos de la intención / sobrevivientes de la palabra”, procurándonos las inquietudes del autor sobre la vida, la muerte y el tiempo, los motores que lo llevaron a la concepción de este Ilustre Ventanal de Estrategias luego de un giro de tuerca en la seguridad de Venezuela: “mis predicciones son realidad / somos las ruinas / templos de ayer / dime que no es cierto / cántame tus versos / sálvame del tiempo”.
Pero el mismo Añez es positivo del futuro, asegura que algo debe pasar como reversazo a una situación adversa y a toda vista coyuntural, y ante esa certidumbre su esperanza se mantiene intacta. Como lo anuncia en el track de cierre, la minimalista Bonsái: “Todo tiene algún final / pero no mi espera / una estilo de Bonsái que nunca se quiebra”. Y cómo él, nosotros vamos dejando que este trabajo vaya plantándose firmemente en nuestro cancionero, pues aquí no sólo conviven con maestría canciones de corte bailable con baladas devotas, sino que nos plantea claramente las inquietudes y las ideas (realistas, fatalistas) del Sr. Presidente, un ejercicio que nos vuelve a todos ciudadanos de su país de ensoñaciones y bailarines en su caos.
“Se derriten en los callejones / los países y los dinosaurios / son la misma pena / quemaremos nuestros documentos / esperando nos olviden todos”Los Países.
Desde sus inicios como sitio dedicado al impulso de voces independientes y emergentes, Nrmal se ha consolidado durante los últimos seis años como una plataforma que logra acaparar el cariño y la admiración en sus expresiones muy a lo “saliéndose del molde”. Ya en 2010 después de showcases, y muchas amistades entabladas gracias a Internet, las cabecillas de Nrmal deciden apostarle a un festival lleno de actos musicales no tan conocidos en el árido Monterrey. El riesgo cada vez fue más grande y siguieron apostando por reunir anualmente artistas de todo el globo en un festival que celebrara aquellos entes que merecen ser escuchados pero no siempre tienen el mejor apoyo. Para 2014 se sumaron ya tres ediciones del festival y con ello la noticia de la primera edición en el DF, un gran alivio para muchos, otro gran paso para la producción.
Sin embargo fue con la edición del año pasado Nrmal consolidó un parte aguas estableciéndose como plataforma única para sus festivales (Nrmal y All My Friends), dejando en la red el blog que le dio aviada a todo y movilizando la gestión de dicho festival a la ciudad capitalina, dejando en Monterrey el espíritu de crecimiento y nostalgia simultáneamente. En 2015 la fórmula evoluciona y la producción anuncia su primera edición lejos de tierras mexicanas. De la mano de la plataforma Epicentro, Nrmal aterrizará el próximo 21 de noviembre en Costa Rica para definir un antes y después en la creciente e independiente cultura iberoamericana.
Nos llena de emoción ver que un festival tan grande y no precisamente tan “comercial” como este logre expandirse por la región latinoamericana y más aún al saber que cubriremos la primera edición de este evento en su formato outsider. Con un line-up que pretende abarcar distintos géneros así como países representados, estamos a la espera de un festival que no se prestará para aquellos que prefieren el sosiego; enfrentamos una selección de lo más exótico y novedoso que Iberoamérica tiene que ofrecer.
A continuación presentamos cinco de los actos que más estamos ansiosos por escuchar. Provecho y que empiece la fiesta:
Si una leyenda anglosajona como The Sonics forma parte del cartel, una latina no es de menos. Todavía recordamos aquel lejano 2005 ¡10 años! al escuchar de Daniel Riveros debutar con un disco con dedicatorias a la vida, a lo transparente con un folk-pop que amarró a más de uno y que desde esa época no se ha soltado de los mágicos himnos de Gepe. Después de varios emblemas construidos por su persona en hitos como Hungría y Audiovisión, lo volvemos a recibir este año con un disco lleno de sonidos inesperados así como extraño en Estilo Libre. La versatilidad del folclore de Gepe siempre hará suspirar a muchos por lo que se ha ido y ¿por qué no? Temer a lo que pueda venir, al fin y al cabo, la música es un reflejo idéntico de la vida aderezado con múltiples géneros y quien más sabio que Gepe para recrear dicho reflejo.
Ni muy dulce ni muy picante, el dúo que ha redefinido el término trópicana los últimos meses. La unión de Luis Alfredo del Valle y Raquel Berrios prevalece desde hace tiempo gracias al mismo amor que se tienen así como el que ofrecen con su música. Su EP homónimo Buscabulla revolcó a la audiencia latinoamericana en beats húmedos y cuerdas de bajo apadrinados por el buen Dev Hynes aka. Blood Orange. La sensualidad y el atrevimiento son dos términos que se funden en los tracks de este dúo boricua que nos prepara para sudar o simplemente apreciar el dinamismo de la electrónica justificada en un romance perpetuo.
Cheky Bertho es un experto en la adaptación, sus fuertes en la volatilidad y genuinidad le han permitido consagrarse como uno de los proyectos más camaleónicos, a pesar de las dificultades que el contexto pueda presentar. Primero lo hizo junto a Loocila en Jóvenes y Sexys, luego en La Lucha Constante hasta entregarnos este año su faceta de experimentos con un EP de covers y posteriormente con Mulitiestabilidad. Algodón Egipcio es un aparato musical en evolución que no defrauda por más bizarro que pueda parecer su pop. Sin duda, presenciar su acto en vivo será a la vez un placer y una tarea que todos deberán descifrar, porque sí.
Este festival cuenta con una alta porción de sonidos sintéticos y quién mejor que Roberto Lange para que desfile en el escenario como uno de los puntos altos de los representantes de la electrónica contemporánea. Con el pseudónimo de Helado Negro, Lange es un catedrático de los sonidos atmosféricos y de la magia que hace levitar, lográndolo gracias a su compendio sonoro que ha desarrollado en 9 discos. Nuestra única petición con Helado Negro sería poder escucharlo al caer la tarde, tal vez solo así veremos la magia surgir.
El lado desconocido de la creciente escena costarricense. El desarrollo en The Wisegrund Project proyecta al espectador un mundo que parece tener un final próximo donde los planteamientos sociológicos son visceralmente transmitidos con sonidos crudos provenientes de una laptop. El gore ha encontrado quien lo represente en ondas sonoras con Sergio Wisegrund, un joven que pretende someter al público en una experiencia intensa de samples y beats donde resultarán más dudas que respuestas.