Juango Dávalos venía de cautivarnos con su primer disco solista llamado Un Niño Antiguo, en ese momento no dudamos que su trabajo estaba pasando desapercibido entre una marejada de nueva música que emergía en la blogosfera como espuma. Pasando la calentura, podemos mirar hacia atrás sin miedo a catalogar el debut de Dávalos como uno de los más prometedores sin ser de los más populares.
Su nuevo disco, por suerte, comienza donde termina el anterior, en la experimentación hacia senderos más electrónicos. Réplica es un disco enteramente retro, plagado de influencias que muestran a Juango Dávalos en pleno dominio de su papel de crooner, como logra hacerlo en Reeling donde sus fraseos coquetos lo asemejan bastante a un Alex Capranos de Franz Ferdinand, acompañado como ha de ser por una gama interesante de synthes ochenteros.
Los tracks de inicio, la potente y guitarrera, Arena y Recolecto tratan del auto-reconocimiento; mientras la primera es la introducción perfecta para el sonido que presenta Dávalos en Réplica, Recolecto es a mi parecer la canción floja del disco, no solo por las distorsiones en la voz, también presentes en otras canciones, sino por la falta de gancho en la letra, aunque el papel de la música electrónica sigue siendo primordial en estas canciones, esta en especial no tarda en sorprendernos por lo atrevida que puede llegar a ser su estructura.
Por su parte, Boyish y Violencia traen a colación el tema del sexo y la violencia y quizá la forma como estas se relacionan está en la continuidad de ambos temas. En 6PM, la que más reivindica el glam baladoso hace su aparición y la continuidad sigue imperando. En un momento escuchamos el cambio en una frase, un giro del inglés al español que se hace necesario para la finalidad del tema, una de las destacadas del conjunto.
Fin armada de synthes suntuosos y Un Patrón, la más calma y paisajista del grupo, cierran el segundo disco de Juango Dávalos, un documento sonoro de fácil acceso por su duración y coherencia en las temáticas, universal por sus referencias sonoras; seguro Dávalos nos queda debiendo un poco de su esencia en la pieza, pero partiendo del título, es difícil no darse cuenta de que este disco es solo un reflejo bienaventurado de la personalidad musical y de la constante búsqueda del autor, la cual esperamos siga alimentando en el futuro.
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