Algunos de nosotros, orgullosos miembros de la generación 2.0, recordamos con nostalgia los días de eterno letargo sentados frente a un televisor o moviendo el dial de la radio en busca del hit del momento o de la emisora que mejor se amoldara a nuestro gusto. Por suerte los tiempos cambian: ninguna emisora logra satisfacernos del todo, y quien necesita la televisión cuando Youtube y Facebook son la forma más rápida de interactuar con contenidos y en definitiva son nuestros nuevos moduladores de comportamiento. Hasta ahora no he dicho nada que nadie sepa, aunque estas lineas si me animaron a introducir un EP que seguro nos recordará esos momentos en los que matábamos la postura frente a la tv, un disco corto que en unas cuantas líneas puede reflejar un sentir latente en una generación destinada al fracaso.
Teoría de la Televisión y la Radio es el segundo EP de la banda peruana Los ZappinG. Los primeros segundos del disco auguran un ambiente de pop experimental que pronto se ve invadido por la crudeza en la voces, la guitarra y la simplicidad en la temática. Del mismo modo, el inicio de 2+2+2+2+ es otro indicio de buenas progresiones electrónicas que pudieron tomar más protagonismo, pero que ceden su lugar a la simplicidad y las pistas concisas de dos minutos.
Cine mudo podría ser el mejor ejercicio de la banda en el campo lirico. Coincido con varios amigos en que la línea que da inicio a la canción: “Los poetas no sirven de nada, no nos van a salvar de la recesión.”, incluso el carácter pretencioso al asegurar que quieren ser estrellas de su generación, marcan un punto de quiebre y se convierten en el reflejo conciso de esta generación cegada por los modelos de consumo. Además de la fuerza de la música, la auto-burla hace de esta una pieza indispensable para entender el contexto en que se gesta la música de la banda.
Las piezas que cierran el disco también logran un protagonismo, cada uno por una razón particular. Mientras que Las canciones nos recuerda las pretensiones sonoras de 107 Faunos, y registra una de las pistas más concisas y salvajes de la banda, De 9 a 5/Berlin, además de ser la canción más larga de la placa, propone un cambio substancial en la visión de la banda, los últimos minutos son un jam armado de distorsiones y experimentación que remonta directamente a los inicios de Weezer.
El camino que ha recorrido la banda desde su primer material demuestra la evolución y el desarrollo de un sonido, que aunque puede ser comparable a muchas propuestas, no resta la labor de la banda y los perfila como grandes exponentes del wild-teenage-rock hecho en Latinoamérica.
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