miércoles, 26 de enero de 2011

La Crónica - Festival Centro 2011

La siguiente es la crónica en imágenes y video del amarillo sobre el Festival Centro 2011 realizado en Bogotá durante la semana del 19 al 23 de enero. Pedimos disculpas por la calidad del video y de las fotos, nos gustan blur...

Javiera Mena y Lido Pimienta: Luz de Piedra de Luna.

Lucrecia Dalt. Foto Demon Balooni
El primer día solo nos dio tiempo de llegar a la majestuosa y delicada presentación de Lucrecia Dalt a la que el público estuvo muy atento y a pesar del frio y la escucha en silencio los aplausos reventaban al terminar cada canción. Luego solo tuvimos tiempo de saludarla y de arrebatarle una copia de Congost para correr a la presentación en el auditorio de una sencilla Javiera Mena que se apropió de su espectáculo y enloqueció a un buen número de seguidores colombianos entre los que nos incluimos. Casi me quedo sin voz pidiendo Cuando Hablamos (mi favorita) pero el show quedó muy bien logrado y con lo que tocó durante casi una hora fue suficiente para alegrarnos la noche y dejarnos exhaustos de tanto bailar y corear. Ese día también me llevé un regaño de Lido Pimienta por no llegar a tiempo a su espectáculo, algo que de verdad lamento, pero ya tendría tiempo de bailar junto a ella el sábado. 

Javiera Mena. Foto Demon Balooni
El jueves no teníamos entrada a los eventos del auditorio y para rematarla llegamos cuando estaba tocando De Juepuchas, otra pérdida lamentable, ya que la fiesta por lo que alcanzamos a ver estuvo bien prendida, casi no cabía la gente en el escenario gratuito y eso que estaban de pie. Luego nos dejaron entrar a un acto del auditorio, pues ese día no se habían vendido todas las entradas, la única excepción a la regla. Vimos el show de Daniel Correa y los Locos del Ritmo, algo muy cercano a un Calamaro fusionado con Papaya Republik; un show bien montado con unos vientos formidables que se robaron todos los aplausos. Luego presenciamos un DJ set de unos “cuchos” llamados La Recontra, que mezclaban samplers de música árabe con otros ritmos cadenciosos. Me molestó el hecho de que tres personas hicieran lo que una sola bien pudo haber logrado sin mayor dificultad, pero se le bailó mucho al trío. 

Daniel Correa Y los Locos del Ritmo. Foto Demon Balooni
El viernes era el día del “Rock” mi única motivación era Aterciopelados pero pronto mi emoción viró hacia otros lares. Luego de una torpe y aburrida presentación de The Hall Effect, nos pasamos al muelle para la presentación de una nueva banda que mezcla la Carranga y el rock con resultados muy alegres y pintorescos. Velo de Osa ratifica nuestro gusto por propuestas de este tipo, que se le mide a mezclar lo que antes parecía imposible de unir y más aun consolidar un sonido y una idiosincrasia con su música. Luego vino la hora de Alfonso Espriella, y como tenia entrada para el auditorio me arriesgué a oírlo. Sinceramente seguía con muy buen sabor de oído con los chicos de Velo de Osa, así que no fue tan traumática la cosa; pero si evaluara la propuesta por el titulo de canciones como Universo o Trazos de ser, aseguro que este proyecto es lo mismo que cualquier banda local que intente hacer metal fusionado con las mismas canciones depresivas de siempre, con la gran diferencia de que Espriella si tiene título universitario y que el sonido impecable le ayuda a armar una puesta en escena que a nuestro parecer se enfrasca en el rock under, que poco nos interesa reseñar. 

Alfonso Espriella. Foto Demon Balooni
Pero mi gran decepción del festival llegó con Aterciopelados. No hace falta mencionar que en el amarillo somos mega fans de esta banda, pero mejor nos hubieran vendido el show del nuevo disco de Andrea Echeverri y nuestra emoción se hubiera concentrado en otros temas. La gente muy entusiasta hizo una larga fila y peleó el puesto antes de entrar al auditorio, por lo que nos perdimos de un acto anterior a la banda, igual si era de “rock” no nos interesaba. Nos ubicamos en un puesto decente, desde donde podíamos ver todos los juguetes que hicieron parte del espectáculo. No hace falta mencionar el estrecho vínculo de Atercios con el público capitalino que no dejó de emocionarse ni un solo instante. El set fue semi-acústico con espacios festivos en los que se presentaron más canciones de los discos de Andrea que de cualquiera de la banda, jamás vi una guitarra eléctrica lo que me mantuvo siempre pegado a la silla con la cara larga solo coreando de vez en cuando o riéndome de la perorata ecológica de Andrea que siempre suelta en tono casual. Tal vez haya sido que seguía con el recuerdo del monumental primer show que les vi, pero me sentí engañado, como si me hubieran vendido uno por el precio de dos! 

Aterciopelados interpreta: Parcera, canción inedita.

Wendy Sulca. Foto Outsiderlad
Nuestro cuarto y último día del festival (faltamos al quinto) estuvo engalanado por la cumbia. A las 2 en punto la gente hacía fila para ver a Wendy Sulca uno de los shows (sino el) más esperado(s) del festival; La foto que verán la tomó un amigo que consiguió una de las preciadas entradas que volaron como pan caliente, en sus propias palabras, Wendy les calló la boca y el público se portó muy bien. Desde afuera el hipnotismo de la cumbia peruana me llamaba pero el día era largo y el escenario gratuito también trajo cosas grandes. 

El primer show que me bailé fue el del Hijo de la Cumbia, al lado mío, la péqueña Lido y unas cachacas que bailaban muy bien el ritmo originario de tierra caliente. No pudimos tener registro visual pues la cámara enfocaba en ese momento a la estrella peruana. La seguidilla de DJs enfocados en la neo-cumbia y la cumbia digital continuó con el mexicano Mexican Dubwiser quien supo mantenernos bailando durante la hora y pico de su show que mezcló el Dub y la cumbia con samplers de M.I.A. y Niña Dioz

El Remolón. Foto Demon Balooni
Una muy buena compañía me abandonó antes del show del Remolón, al cual, siempre que me lo encontraba le pedía que me tocara La Bonita, al final me dijo: “te la voy a tocar” y me cumplió. Yo sabía que bailaría todo el show pero no me imaginaba cuanto. La cumbia digital empezó como un trance lento en el que el público se mantenía pegado al piso o en sus sillas, apenas comenzó “mi canción” me puse de pie y la bailé exactamente igual a como la habría bailado a solas en mi habitación, con miedo a perder el control y golpear a algún espectador tímido. Cuando la canción se tornó más bailable la gente respondió, aunque por un rato me sentí en medio del respetable como el único viajado sin necesidad de droga, y es que eso es esa canción para mí. El show mostró lo mejor del repertorio del DJ argentino, prácticamente tocó todo su disco Pibe Cosmo y lo combinó con el mixtape favorito del amarillo. 

Lido Pimienta y El Remolón.
Foto Demon Balooni
Como si fuera poco, Lido Pimienta se presentó unos 20 minutos antes de acabada la presentación para darnos una muestra de lo que está cocinando en su cabeza y sus caderas. Más enfocado al reggaetón y al baile, con letras explicitas; Lido se apoderó del escenario dándonos a todos una inyección de energía que en mi caso era necesaria después de varias horas ininterrumpidas de baile. 

Me despedí de los verdugos de mis pies agradeciéndoles por la maravillosa gala y me animé a volver a un nuevo Festival Centro que presente un cartel tan interesante como el de este año. Solo me quedé con una preocupación: al ritmo que crece la escena independiente y más en una ciudad tan grande y abierta como Bogotá, los escenarios se quedan cortos para la demanda. Había filas de gente que quería participar de la fiesta, y a los que estábamos dentro se nos perdía el privilegio sí abandonábamos las instalaciones; si las boletas fueron agotadas para cuatro de los cinco días, y si había gente preguntando por ellas aun cuando les negaban la existencia, me pregunto si ¿No es bueno visionar el festival como algo mas grande? pues el potencial lo tiene, y esto lo ha demostrado la capacidad de convocatoria. No creo que haya quejas en este respecto, en su lugar es mejor ser un poco más ambiciosos y abrir estos sonidos potencialmente adictivos a mas publico del que cabe en una terraza de cafetería y en un auditorio para 500 personas. Ahí dejamos la inquietud.

La Bonita - El Remolón

Gracias  @ Daniel Gomez Osa, Outsiderlad, Pagapa, Bernarda Guerrero, El Remolón, Lido Pimienta, Lucrecia Dalt, los organizadores del festival y las bandas que nos hicieron el rato. Hasta la próxima!
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