El tercer disco de los chilenos Ases Falsos fue liberado para descarga gratuita, como lo habían prometido, hoy viernes, y acá les corremos la voz para que se hagan con una copia digital de buena calidad antes que termine la jornada.
El Hombre Puede sorprende por su corta duración, que obedece a una deliberada búsqueda de un sonido más compacto y orgánico. 10 canciones que se extienden por 37 minutos que surfean picos de adrenalina y valles de calma y reflexión. Vamos a darle más spins mientras transcurre el día y seguro nos rifamos una reseña pronto. Pero mientras, denle play y háganse al viejo oficio de descargar un disquito, costumbre sana y ecológica.
Guille Milkyway A.K.A. La Casa Azul es noticia por estos días luego de anunciar un nuevo disco que re-aviva su discografía después de 5 años sin editar un larga-duración. Lo último que le escuchamos fue La Polinesia Meridional del 2011, del cual se desprendía la apoteósica Todas tus amigas, que resuena con igual claridad hasta el día de hoy.
Ayer nos anunciaba disco y hoy nos regala su nuevo single, este Podría Ser Peor que continúa sus ejercicios de composición de pop descarado. "Porque ya no nos amábamos como amábamos entonces" lo escuchamos anunciar en el grueso de esta bomba electropop como vestigios de una relación moribunda.
Al salto pueden escuchar la canción y siguiendo las instrucciones se pueden hacer con el emepetres en la web del sello Elefant. La gran esfera, el nuevo disco de La Casa Azul podría sorprendernos en noviembre de este mismo año.
Después del pelotazo de Fuego, los chilenos de Playa Gótica regresan con un track alienígena hyper-movido y eufórico. Este Extraños Visitantes es el tercer single oficial de la nobel banda que se perfila como un acto a seguir en la floreciente escena del pop chileno.
Con Milton Mahan de Dënver en producción, Extraños Visitantes ratifica el imaginario de filmes de horror que el grupo exploraba en su anterior sencillo. Una fiesta con personajes pre-fabricados que coaccionan el baile de nuestra protagonista, es el escenario para este thriller con ganchos certeros en esos: "Mi estado físico-mental, no te deja bailar, no me deja bailar" que coronan la canción al final como motivo terrenal para escenas de ciencia ficción cyber-pop.
Ruidas es un power trío de la Plata, Argentina, que encuentra adeptos entre los seguidores del rock independiente del cono sur. Su primer EP homónimo fue liberado esta semana y suena muy legal, emociona escuchar como se perpetúa la formación básica de batería, bajo y guitarra en canciones que te enganchan al instante.
Los conocedores, encontrarán muchas referencias o espejos contemporáneos en estos sonidos. A momentos las palabras precisas me llevan a los segmentos más luminosos de proyectos como 107 Faunos, Los Rusos Hijos de Puta, Kill All Hipsters o (los desaparecidos) Los Galgos, toda una avanzada de pop-rock rítmico sobrado en actitud. Para los que no conocen, basta entrarle al ritmo para pegarse.
Vitro Hache, Min H. Felt y Niña Niño (A.K.A Andrea Guzmán de Chico Unicornio) son los alias que conforman Ruidas, un nombre que parece porvenir del género de sus integrantes y de esas ganas de sonar a como de lugar: "no vengas con mierda que yo quiero mar, ya absorbí lo oscuro y lo hice ruido", canta Vitro Hache en la mejor canción del EP, la liberadora y enérgica UUU, con ese momento final que corona la presentación del grupo gracias a una ligera transformación fonética cual mensaje subliminal, ellas absorbieron lo oscuro y se hicieron Ruidas.
El resto del material viene en forma de critica al régimen neo-liberal en Mentiras del libre mercado, producida por Luis "Fara" Dominguez de Quiero Club, en la que se enumeran estrellas de Hollywood como perpetradores de las falacias que nos vende la televisión. La canción de cierre, Explota, es una bonita carta de despedida para su debut. En sus letras finales intuimos una esperanza que surge del reconocimiento de su potencial y que podemos replicar a nuestro antojo como un gancho para subir la auto-estima (¡venga, que a veces hace falta!): "Todo el tiempo maquina a nuestro favor / Y no existe / lo nuestro es lo mejor / Días de alegría llegan nuevos / con nuestra salida".
Como un presagio, un soplo de aire fresco, Ruidas se abre con este EP como una respuesta modesta y esperanzadora a los que se preguntaban por las nuevas luminarias de la escena argentina, como ellas mismas lo predican en su canciones, esto "Se abre y elimina, lo que contamina se va, se quema con lo nuevo, lo bueno nuevo".
El EP debut de la española Gisela Fulla-Silvestre A.K.A. Noia, es la suma de sus inquietudes e idiosincrasias como productora, en él, alterna rangos que van desde lo etéreo a lo rudo y experimental en construcciones que retan la reglas del norm-core, guardando especial cuidado por el ritmo, las atmósferas y las emociones que sus palabras puedan generar en el oyente.
Gisela es graduada de Berklee en Música para Cine y Diseño Sonoro, por lo tanto no es de sorprendernos que Habits esté armado de cuatro canciones robustas que cumplen a cabalidad su función de soundtracks de momentos habituales que se transforman en experiencias únicas con el pasar de los segundos.
Esta experiencia arranca con Carl Sagan vs. Zeus, una pieza oscura y caprichosa que la emparenta con las canciones confesionales de Empress Of o la época Homogenic de Björk. Basta sentir las corrientes eléctricas que se deslizan en la pista para entender este choque de mundos que se condensa en 3 minutos envolventes. La música de Noia resalta por esa característica peculiar, parte de lugares poco comunes pero en algún punto el oyente descifra el acertijo para quedarse con la esencia.
Es el caso de Nostalgia del Futuro y Love Hack, los primeros sencillos del EP que fueron apareciendo en la red, y que nos clavaron por completo con la propuesta de Fulla-Silvestre. La primera se convierte en un motivo por sí sola, una suerte de porcelana electrónica, techno meticuloso que te conecta al instante, sólo con caer en sus frases fatalistas y en sus visiones veraniegas con tintes de antaño: “Se quema la tarde, verano, afuera / Nostalgia del futuro, como único Lugar”.
En Love Hack nos enfrentamos a dos momentos, una introducción sutil e inquietante que desemboca en una emotiva explosión de ritmos que nos muestra destellos de una desesperación violenta pero pacifica en el fondo, como su final que representa ese momento indescriptible en el que amaina la tormenta.
Habits alterna canciones en español e inglés y ambas suenan naturales al oído. El turno de cerrar este EP introductorio se lo ganó Itaca Tropical, la segunda canción en castellano, decididamente más bailable y accesible, pero no por menos arriesgada. Noia la describe como: “(ella) tratando de ser Jai Paul, escribiendo música para anime en una isla del caribe”. El músico peruano Mirko Lupis se le une en el intro de bajo eléctrico generando una vibra de cumbia y afro-beat que nos transporta al instante a los magníficos atardeceres de la Línea del Ecuador.
Aquí la escuchamos entonar una nueva apología a la incertidumbre: “Se aleja la orilla, se acerca el futuro, que si las ansias, que si el humo, no es más que un limbo”, un motivo que se repite para redondear una entrega musical reveladora, mientras nos quedamos con ganas de más y nos regocijamos en nuestras angustias cotidianas con un poco de ritmo y una visión sublime del porvenir.
Chico Unicornio sigue imparable. Después de presentarnos su aporte para Adolescente Perpetuo (Disco tributo a Esquemas Juveniles de Javiera Mena), por estos días nos comparte varios singles y un EP titulado Fin de Semana, producto de su sesión para el Converse Rubber Tracks que grabó el año pasado junto a la inigualable Chica Uninornio, Andrea Guzmán, en la batería.
Un poco en la onda de los White Stripes y con un aire indiscutible al indie argentino (país en el que residió en 2015), Chico se tira una nueva línea descomplicada sobre las noches poco productivas que inundan la existencia de los descubrimientos adolescentes:
"Es una noche planetaria
es una noche narcotizada
es una noche que no volverá
es una noche que recordarás."
Este es un breve ejercicio que nos recuerda la importancia del tiempo perdido en viajes interestelares, mientras pasa como un fugaz suspiro ambientado con guitarras rítmicas y una batería al juego. Si les late esta rolita, no duden prestarle oído al EP completo, que viene siendo, quizá, el trabajo más compacto y rockanrolero del peruano.
Durante su paso por Bogotá, el pasado mes, tuvimos la chance de encontrarnos con Diosque justo antes de su primera presentación en Colombia. Mezclando la certeza de un futbolista y el filo de un connaiseur, nos compartió varios detalles de sus proyectos, sus colaboraciones, y sobre los genios que han marcado su carrera. Vale añadir que la música de fondo durante la entrevista distaba mucho del cancionero habitual del argentino, más bien era una colección de pop-poco-genial con luminarias como Alicia Keys, Black Eyed Peas y Gwen Stefani, todo un playlist que seguramente Diosque desconocía por completo pero que marcaba el ritmo de esta conversación amena.
(Suena Falling de Alicia Keys)
Es tu primera vez en Colombia. ¿Cómo se siente esto de salir de la Argentina para hace una gira de este tipo, en la que visitas tres países de Latinoamérica?
Diosque: Es la primera vez que llegamos acá. Al día siguiente iremos a Ecuador, después por segunda vez en México. Me entusiasma mucho, es muy inspirador viajar y también concentrarme en mi música, en conocer gente y tratar de tallar esta piedra que recién empezamos.
En una de tus canciones te autodenominas como un “Bicho de Culto”, lo cual nos parece muy acertado. ¿Cómo se siente que ya te empiecen a considerar de esta manera?
La verdad todo eso se va dando, no pienso mucho en eso, simplemente deseo sentir respeto, principalmente de colegas y después de la gente. para mí eso es trascender. Yo cuando empecé me preguntaba: ¿Cuándo va a ser el día que no vengan a verme músicos? (risas) no enojado, pero eran todos músicos o amigos, entonces el día que vos ves gente que ya no conocés, cuando ves al público, ahí sentís que das un paso más, y cuando la gente comienza a darle valor a tu música, ahí es cuando la cosa comienza a prenderse.
(Suena Don’t lie de Black Eyed Peas)
Eso se está notando en tus recitales en Argentina…
Sí, en Argentina está pasando eso, tocamos en lugares un poco más grandes, la gente canta las canciones y eso es algo increíble para mí, es un momento mágico. Aunque sean 4 coros o 60 es una locura. Me quebró hasta el llanto la primera vez que me sucedió.
¿Cómo se dio esa transición? pues comenzaste siendo un músico de habitación y luego te fuiste abriendo a lugares más amplios, ese éxito ha venido con la edad...
Como dice Alfio Basile el D.T. argentino:“paso a paso”. En realidad yo todo el tiempo trabajo haciendo temas, grabando, haciendo demos, desde hace años, desde que tengo uso de razón. A los 10 años mi mamá me regaló la guitarra, se estaban separando mis viejos y yo me quedé medio tartamudo (risas), y a través de eso me empecé a expresar, inventando los acordes, solamente mirando por ahí en la tele, o algún tío mío que tiraba algo y a partir de eso empezar a hacer mis primeras composiciones. Hasta que descubrí el sampler y empecé a escuchar un tema que me fascinaba, sampleaba una partecita y de ahí ya le empezaba a poner letra, que eso es un pocoI Can Cion, y desde ahí, a tocar un poco mejor la guitarra, la batería también, un poco de cada cosa, y bueno, ahora buscando tener buenos anteojos negros y seguir escribiendo.
Siguiendo con la idea del paso a paso, nos dimos cuenta que con Constante la rompiste, encontrarte el himno (Broncedado, Una Naranja) queremos saber si en la construcción tú te diste cuenta que “lo habías logrado, hacer una melodía pop, una canción que se pudiera corear. ¿Tú sabías que eso iba a pasar o seguiste con la misma naturalidad?
Yo estaba muy…
Ambicioso…
Ambicioso soy seguramente, pero yo sabía que estaba bueno el disco, no sólo por las canciones sino por con quien lo trabajé, por Jean Deon, por Marcos y por Rodrigo de Quemasucabeza. Gracias a que este último lo editó, lo desarrolló más en Latinoamérica o donde fuere y eso fue un trabajo en conjunto. Pero si me preguntas concretamente, sí, hice Fuego, Soy las seis, La cura también me gusta mucho, son un combo de temas muy buenos para mí, entonces yo me quedé muy tranquilo, y haber tenido esa respuesta del público es hermoso, es lo máximo que te puede pasar como artista.
(Suena Rich Girl de Gwen Stefani)
Ahora que hiciste la colaboración con Julieta y Molly Nilsson, ¿Cómo crees que va a sonar el próximo disco, ya lo estás craneando?
Yo creo que va a ser una especie de paso a partir de Constante, sumando unas baterías acústicas que lo haría un poco más roquero. Influye mucho el hecho que estoy trabajando por primera vez en un estudio de grabación, con una batería y micrófono re-grosos (el disco anterior lo hicimos en un estudio muy bueno, pero acotado), así que aprovechamos que son muy generosos en este estudio (Spector) con los sintetizadores, con el piano, la batería. Creo que va a tener un poco de rock y pop, y de cosas medio raritas, no lo sé, no lo puedo evitar viste, primero quiero hacer todo medio clásico para después romperlo en la computadora.
Sobre eso nos gustaría saber, ¿Cómo surgió ese contacto con Julieta para que dijeran: "vamos a hacer algo"?
¡Fue buenísimo! Ella comenzó a recomendar Constante a través de twitter, yo veo eso y digo -"¿qué?", entonces ¿Qué podía hacer? saludarla, y agradecerle. Así que hablamos un poco, quedamos en contacto y después yo tuve el atrevimiento de mostrarle Toca Mis Huesos que la había compuesto onda a los dos días de que empezáramos a hablar y se le mandé (me daba vergüenza porque no estaba del todo bien hecha), y le gustó mucho y me dijo: "¿Qué quieres que le hagamos?... a las dos semanas vino a Buenos Aires por dos días. Al principio fue difícil coordinarnos, ella estaba muy ocupada y yo en un momento llegué a pensar, tirado en la cama: “como se me ocurre a mí que Julieta Venegas va a grabar una canción mía”. Al final ella se iba un domingo en la tarde y lo hicimos en un rato en la mañana.
(Suena The Sweet Escape de Gwen Stefani)
El mayor logro de la canción es escuchar a Julieta Venegas con una letra de Diosque, es como una canción de amor enrevesada. Y ¿con Molly, cómo fue?
Ella va a Baires a cada rato. El primer año que fue nos conocimos por amigos en común, incluso hicimos una fecha doble en un lugar muy chiquito (que la tuvimos que hacer dos veces).
Porque ella también es un bicho de culto...
Sí, ella lleva mucha gente en Buenos Aires. Después nos vimos en México y seguimos la amistad, y justo cuando pasó lo de Julieta, ella estaba en Buenos Aires y le digo: "Te animás a cantar en español", porque me sorprendió la velocidad con la que aprendió el español (yo todavía no puedo hablar inglés), así que le mandé la canción original porque es un cover de Los Twist, una banda legendaria de los ochentas, ella estuvo de acuerdo y justo coincidió con la época en la que dijimos vamos a sacar un sencillo con las dos chicas y mirá lo que son, son hermosas.
No sabía que era un cover, pero la letra es muy Diosque.
Sí, cuando la escuché por primera vez te juro que me volví loco, no fue hace mucho, y dije este tema me lo meto al bolsillo, por ahí debería esconder que es un cover.
Para nosotros el “genio” es aquel que dice y hace las cosas en el momento adecuado utilizando los recursos de los que dispone para salir con algo realmente propio, en tu caso sentimos qué haces este trabajo de genio, por ser un bicho de culto, quizá. ¿Cuáles han sido los genios que te prendieron la chispa de la música?
(Suena Umbrella de Rihanna )
¡Gracias! Yo no podría decir eso de mí, pero tengo referentes invaluables como Charly García que es el más grande del rock nacional, de lejos.
¿Y Charly conoce tu música?
No sé, ojalá. Sé que su guitarrista sí. Sería un sueño producir algo con él. Por otro lado, Luis Alberto Espineta, Tanguito o Ramsés VII, un joven que nunca sacó un disco en vida, es del 65 al 67, de la primera camada del rock argentino, que tiene que ver con Los Gatos, Lito Nevia, algo así como los Beatles en castellano. Tanguito estaba allí, pero él murió muy joven, creo que a los 27, era una persona muy poli-tóxica. Después, muchos poetas, el portugués Pessoa (les pido que después le entren) el alemán Friedrich Holderlin, esos son los genios míos referentes, tantos norteamericanos, ingleses, hay muchos, todo el tiempo nacen genios, no es que genios eran los de antes...
No, hay genios contemporáneos…
Yo creo que a Sócrates le hubieran venido bien unos anteojos negros.
RE-visitar / RE-cordar / RE-comendar / con esta sección buscamos revivir canciones perdidas en un mar de lanzamientos musicales, imperativos atemporales para entender nuestro fatídico presente.
Hace menos de un mes estaba al borde de las lágrimas escuchando a Porter en vivo en el Festival Hermoso Ruido, y no lo hacía porque fuese el fan número uno de la banda mexicana, sino por el poderoso mensaje de su último disco, Moctezuma, un álbum conceptual que revive los fantasmas de la colonización española con un aura propio del alt-rock.
Ya antes se me habían puesto los pelos de punta al escuchar Murciélago, canción que abre el disco y que narra la travesía de un aborigen que llega por casualidad a la costa donde divisa a las tres naves españolas. Cansado y adolorido se convierte en el primer testigo de un futuro horroroso: "no vienen en paz / se oyen gritos / hay tres naves / traen a cristo", mientras contempla la vorágine que se avecina recuerda que los sabios habían predicho este acontecimiento y se anima a pedirle ayuda a los dioses para emprender su camino de regreso y alertar a su gente: "Salgan al mar les suplico".
Así que el hecho de estar congregado con seguidores de la banda, haciendo parte de una multitud que coreaba igual que yo, terminó generando la empatía suficiente para imaginarme en la piel de nuestros antepasados que fueron aniquilados por los conquistadores.
Hoy, en pleno siglo XXI, esta fecha no debe ser una excusa para conmemorar el descubrimiento de América, sino para enseñarle a las futuras generaciones que estos territorios ya tenían dueños y que fueron saqueados con violencia y alevosía, y que ya no importa lo que haya pasado, estamos aquí para recordar, reflexionar como herederos de una cultura riquísima y para rendirle tributo a los que desaparecieron durante la Colonia, dejar de perpetuar este flagelo y aprender a ponernos en el lugar del otro para crecer como sociedad.
Con su segundo disco a la vuelta de la esquina, el muy anticipado La Papessa, Lido Pimienta ha tomado sus propias concesiones y riesgos auto-editando el material que parece no encajar en el catálogo de los sellos del mundo.
En estos momentos Lido se encuentra en Chile dando vida a su tercer disco (sí, así como leen) y mientras, nos presenta la versión final de La Capacidad, un adelanto de su nuevo disco que se ha convertido al instante en nuestra obsesión de la semana.
La Capacidad atañe directamente los roles de la mujer en el mundo contemporáneo. Primero como amante frente a su contra-parte eminentemente masculina, hablando de la capacidad de este para conmoverla y atraparla en un sentimiento universal. Pero pronto se va tejiendo el camino hacia un mensaje ulterior: "Tú, tú eres el hombre y yo soy la mujer / pero eso no quiere decir, que mi vida sucede por ti". Ese punto de quiebre en el que Lido nos recuerda que dentro de cada uno de nosotros está la posibilidad de ser felices y realizarnos sin el sesgo de la compañía ideal. Hablando de auto-realización, poniendo fin a la hetero-normatividad y a los roles arcaicos que se le han impuesto a la mujer (la cocinera, la madre), Lido ha configurado una verdadera declaración de principios que la emparenta directamente con su papel de predicadora de un nuevo orden, esa Papessa que tanto anticipa la podemos palpar y adorar en estos 4 minutos de producción encantadora (palmadas, sinthes etéreos, percusiones místicas y las capas de voces de sus acompañantes Las Acevedo y la también colombiana Diana Pereira). Un sí rotundo.
Cinco años desde que el diario español El País bautizara a Chile como el paraíso del pop, en este reino que renueva a sus monarcas, Planeta no es una banda de príncipes malditos. Música pop desde los márgenes, aislada no solo en el sesgo de la música independiente o la cordillera de Los Andes sino en sus himnos a una juventud marginada, que hace de la incesante búsqueda y el no pertenecer, una condición política.
Su presentación en Yavería, el festival de apoyo mutuo celebrado en Bogotá, nos ha permitido conversar con Gonzalo García (voz) y Juan Pablo Garín (batería), y retratarles dentro y fuera del escenario.
¿Planeta no? Estaría bien comenzar descifrando su nombre.
Gonzalo: Es una especie de homenaje a la primera película de James Bond y su villano, el Doctor No, un tipo que vivía en Jamaica y era ucraniano, creo, representando el tercer y el segundo mundo, cualquier cosa menos Estados Unidos, y era malo por ser malo no má’, representaba la otredad. Nosotros nos sentimos como esa otredad, tercermundistas tomando herramientas que nos impuso el primer mundo, el pop, los instrumentos occidentales para hacer música.
Desde aquí, Chile se adivina como una importante fuente de música independiente, palpable en generaciones artistas y discos. Ustedes podrían pertenecer a una nueva alineación cercana a bandas como Marineros o Playa Gótica. ¿Perciben así su escena musical? ¿Hay ya un camino labrado que hace posible vivir de la música?
Gonzalo: Hay cosas fáciles y buenas: un público receptivo que va a las tocatas, con fe en las bandas nuevas gracias al trabajo que han hecho otras antes, Dënver hacia atrás, como para hacer una línea divisoria. Sin embargo sería agrandar o tomarse muy en serio un fenómeno tan reciente y desconocer que nos enfrentamos a problemas más profundos: la sociedad no consume música y no educa artistas. Eso no sanará con una, dos o diez Javieras Menas, sino con un cambio social.
Juan Pablo: No deja de ser interesante que sean países fuera de Chile los que han puesto nombre a cierto movimiento, porque estando cerca del fenómeno no nos consideramos una escena de nuevo pop chileno. Cada vez que viajamos nos refieren en una generación de artistas como Javiera Mena o Gepe que llevan años luz, bueno, diez más que nosotros. Ahora mismo en Chile se está armando una escena musical en la periferia de Santiago, a eso le llamaría algo nuevo, distinto, las tocatas son en otros lugares.
Hablando de su preocupación por un cambio social, en las letras de Planeta No se adivina la angustia por el futuro, la narración del paso a la adultez y también un pozo político, por así decirlo. ¿Hasta qué punto quisieran contener este mensaje?
Juan Pablo: Las letras del disco fueron hechas durante años por Gonzalo, contando vivencias y preguntas que uno tenía a los veinte, y aunque yo ya tenga veinticinco, esas letras aún me representan, me molestan las mismas cosas que cuando tenía quince, quizá aún más, y ahora tengo herramientas para decirlo. No sé si quisiera tomar una posición política en la banda pero si se puede decir algo que no sea solo cantarle al amor, pucha, bienvenido sea.
Gonzalo: La banda ni las canciones tienen una vocación política proselitista, no tienen proyecto, no tienen ideología pero tienen vida y la vida tiene posición política, entonces si hay algo político-social o político-personal en las letras es porque se fue tornando así nuestra vida y aunque no queramos, la banda tendrá otras posiciones, porque la vida cambia y se hace espontáneo.
Dicen que toda canción es política.
Gonzalo: Cualquier producción cultural tiene un resultado político, las mismas escenas de las que renegamos, son manifestaciones sociales que hacen pequeñas victorias políticas, dentro del ámbito del ocio, de lo personal.
El festival Yavería lleva varias ediciones y existe gracias al apoyo mutuo. ¿Cómo se tejió la participación de Planeta No?
Juan Pablo: Nosotros estuvimos presentándonos en el Primavera Sound, España, y teníamos un show aparte en Barcelona y Santiago, el organizador de Yavería, andaba entre el público, se acercó y nos dijo que le gustó la banda. Es como esa historia de película que uno cree que nunca pasa, pero aquí pasó.
El cazatalentos.
Juan Pablo: (Risas) Sí, un productor de un festival que nos habló de venir a Colombia, a un festival distinto, nos dijo que no tenía mucho dinero para traernos, que era de apoyo mutuo, y eso nos convenció.
Gonzalo: Porque decir Planeta no es un sinónimo de apoyo mutuo, nosotros vivimos en esas.
Juan Pablo: Entonces partiendo de esta oportunidad en Colombia, postulamos a un fondo en Chile, nos lo ganamos e hicimos este viaje más ambicioso, pasando por México y Costa Rica.
Qué bueno, porque supimos que su gira en España finalmente no tuvo apoyo gubernamental, ¿Cómo fue la experiencia de valerse por cuenta propia?
Juan Pablo: Fue bacán porque cuando dijimos que no teníamos plata y no podríamos ir, mucha gente nos apoyó, amigos músicos, productores, nos ayudaron a hacer dos conciertos para juntar plata y viajar. Aprendimos de un país muy distinto, del otro que es distinto: el hombre blanco europeo y había cosas buenas y malas según nuestro prisma latinoamericano. Además estar en el Primavera Sound que es gigante, seguro servirá para nuestro currículo, más que nada.
Hace unos meses, Gonzalo manifestó en Facebook su incomodidad frente a la actitud de algunos fans en sus presentaciones, con acercamientos que rozaban el acoso, como robar la flor que usa en la oreja. ¿Qué ha sucedido tras el comentario?
Gonzalo: En Chile han sido más respetuosos, nosotros no vamos con la idolatría en la música, y los que van a nuestras tocatas saben que estamos en las de otros músicos, ahí mismo, así que no tiene mucho sentido acercarse a nosotros con esa idea corporativa tipo Rolling Stones de ver estrellas del rock, eso aquí nunca fue, no tiene relación con nuestra sociedad.
Juan Pablo: Al final, uno tiene que educar a su público de alguna manera.
Gonzalo: Es una relación, con una persona que escucha tu música se establece un lazo que hay que cuidar para que no se transforme en una reproducción de sistemas antiguos, casas discográficas y dioses capitalistas.
Juan Pablo: Yo soy el que más manejo las redes, intentamos bajar todo a la realidad de una banda, que sí, tocamos en el Lollapalooza, pero en el día a día no tenemos plata, buscamos trabajo.
Gonzalo: Por suerte no tenemos que fingir humildad porque no es que tengamos mucho más allá de tocar.
Una pregunta un tanto caprichosa: nuestra canción favorita es Maricón Zara, ¿existe una anécdota alrededor de su nombre? ¿Por qué el intro anime?
Gonzalo: Es un fragmento del primer capitulo de Ranma 1/2 , ya desde la canción Señorita quise poner anime, algo de Sailor Moon, pero no resultó. Esta vez sí, quizá porque fue la única canción del disco en que nos sentimos libres, la producción no corría por cuenta nuestra sino de Lego Mustache, de Astro, y yo pude hacer cosas más creativas porque otro loco se estaba encargando de ellas.
Se llama así por un amigo homosexual que decía a cada rato “Uy, maricón Zara”, eso me causaba mucha risa y lo ocupé para retratar a mi manera una historia que me pegó, como a todo el mundo en Chile, el crimen de Daniel Zamudio, la canción es un intento, y un atrevimiento, de hablar de él en primera persona.
Y una pregunta un tanto obvia: ¿Qué disco que ha influenciado a cada uno, no solo en la obra de Planeta no sino en la decisión de hacer música?
Juan Pablo: El disco que a los tres nos ha influido mucho y al que recurrimos para copiar ciertas cosas es el segundo álbum de Dënver, Música, Gramática, Gimnasia.
Gonzalo: ¡Yo iba a decir el mismo!
¡También es uno de los más adorados en el amarillo!
Juan Pablo: (risas) Ha sido un disco esencial, llegamos a él cuando ni siquiera hacíamos la transición de banda de garaje a este paso pop, medio bailable, conociendo los sintetizadores. Un disco muy querido y una banda muy cercana.