¿Placer culposo? No hay mucho que agregar a este lanzamiento de Bomba Estéreo, Somos Dos hace parte de Amanecer el más reciente disco de la banda colombiana, ahora firmada por la multinacional Sony... oh! Esta canción es efectiva y edulcorada por todos lados, el rollito del amor multiplicado por mil en reverberaciones sencillas. Hay algo sin embargo en la cacofonía de Li Saumet que nos tiene siempre embrujados con esta canción. El clip de acompañamiento es un promocional del Parque Tairona, una de los paraísos naturales del caribe colombiano, así, que no le de mente López, disfrute!
Por cierto, este sábado nos vamos a verlos en Barranquilla, como parte de la gira colombiana de la banda ¡a ver que sale!
Parece que la tendencia de muchos productores de lo que alguna vez conocimos como música rítmica (casi que de baile) se han subido a un vagón en el que el bailador natural se las tiene que hacer de mil maneras para seguir la disonancia de los nuevos ritmos. Para citar algunos ejemplos, el más reciente acercamiento al largo de Jamie xx y su transcripción al directo que parece dejar a más de uno con los pies bien pegados al suelo en lugar de hacerlos explosionar. Arca transmutó desde que lo conocimos como Nuuro y ahora sus experimentos lo vuelven más un acto de magia negra que de baile. La misma Robyn anunció un mini-disco con adelantos que nos tienen armando pasos a cada segundo para seguirle la correndilla. A este grupo, cada vez más grande se suma el canario El Guincho con dos adelantos de su nuevo disco HyperAsia. De él, parece que pocos olvidarán su acercamiento a la estructura de pop convencional con su disco Pop Negro, haciendo alardes de una producción medida pero capaz de despertar emociones y pasos de baile al mismo tiempo.
Con Mis Hits y (Con Un) Rotu Seco Pablo Diaz Reixa hace un llamado de atención al oyente y al bailador. Cambiando de disco a disco, este giro a la distorsión, la fragmentación y la experimentación era una más de las posibilidades del productor de reinventarse, luego de girar sin parar con un disco correcto. Atrás quedó el tropicalismo, ahora nos movemos a lo global, a lo caótico y ¿por qué no? a la critica del momento.
Abrazando el materialismo como esquema y concepto para esta nueva etapa, en ambas canciones escuchamos líneas que destilan un pensamiento crítico que antes no se hacía evidente en la producción de Diaz Reixa: "ahora lo único que quiero es más dinero" repite hasta el cansancio en Mis Hits, una canción sobre la salvaguarda del éxito musical en forma de canciones. Mientras que en (Con Un) Rotu Seco lo escuchamos decir: "Quieres menos lo que tienes que lo que no tienes" y continúa " y hace menos lo que tienes cuando piensas en que quieres lo que no tienes" y lo escuchamos responderse a sí mismo: "¿cómo puede ser? otra vez estoy donde merezco". Así las cosas, HyperAsia parece ir por todos estos lugares comunes del ser humano en el cada vez más sobrecargado siglo 21, y como tantos otros músicos, plantea a El Guincho como un visionario, pues como dicen por ahí, la música debe venir del futuro y esto, aunque a muchos no les genere una respuesta positiva, tiene aires de otra era.
¡Buena por el riesgo! Ahora, a esperar el disco completo.
La semana pasada aprovechamos la visita del músico colombiano Edson Velandia a Barranquilla (una de las ciudades desde donde se origina este blog). Velandia estaba lanzando su libro Cancionero Rasqa en el marco del festival de poesía PoeMaRío, y lo hizo de la mejor manera posible, dándole voz y vida a varios de estos 93 poemas, prosas, chistes, retahílas, cuentos y relatos, acompañado solamente de su guitarra y de su presencia escénica, lo cual ya es bastante.
A Edson lo recordamos por la creación de un genero, la Rasqa, un tanto difícil de definir y de una banda de culto para la escena independiente colombiana, Velandia y la Tigra, con la que logró editar 4 discos y que lo ha mantenido girando por las ciudades del país a lo largo del año haciendo uso de la artillería de "hits" que logró cosechar con sus lanzamientos.
Después de verlo en la versión 2014 de Rock al Parque, nos alistamos a disfrutarlo en otro formato y a conversar con él sobre el nuevo rumbo que le ha dado a una de las propuestas musicales y líricas más interesantes de la escena colombiana desde que tenemos conciencia de ella.
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el amarillo: La última vez que escuchamos un disco producido por Velandia y la Tigra fue Egippto Reqien Rasqa Pa Cielito. ¿Ya no vas a volver al formato de banda?
Edson Velandia: Sí, ahí está la banda todavía, lo que pasa es que ahora estoy moviendo esto.
ea: ¿Y cómo surgió la idea del libro?
EV: Porque las canciones no están grabadas, ni las voy a grabar. Entonces quería compartirlas igual con la gente, tener un motivo para girar las canciones, para cantar, para presentarlas, para motivar a que la gente se acercara, y ya que no las iba a grabar pues entonces las quise compilar en un libro. Además era una buena forma de darle un cierre digno a la serie “Rasqa” porque ya sentí que era suficiente con la Rasqa.
ea: ¿Y por qué son las últimas rasqas? y ¿cómo llegaste a ese punto de decir: “¡ya! hasta aquí llegó la vida útil de la Rasqa?
Edson y Gabo en el restaurante bar La Cueva.
EV: No sé, eso es una sensación como cuando sientes que te va a caer mal un pollo asado y decides no cometerlo por ninguna otra razón que porque el olfato te lo indica o el estómago te está llamando la atención, así igual fue esto, sentí que ya era el momento de parar con la Rasqa, de inventarme otra cosa, de zafarme por otro lado pa’ no terminar casándome con nada pues, se le vuelve a uno a veces una cárcel también los mismos inventos.
ea: ¿Entonces lo que viene ahora es reinvención? y la forma de moverte como artista, el formato, libro…
EV: No, no, el libro es una de las cosas que podía haber hecho y tenía muchas ganas de editar algo y lo edité, pero no es que me vaya a dedicar a escribir, aunque escribí hace poco también una ópera La Bacinilla de Peltre que ya se montó y la estoy presentando en varias partes. Pero yo sigo igual, moviéndome igual, lo mismo, sigo componiendo, tocando, sólo que ya no con el énfasis en el disco sino en el show, en el recital, mejor dicho.
ea: ¿Has perdido la fe en el formato físico?
EV: No, no, he perdido la fe, sencillamente, yo soy muy amante del espectáculo público, callejero, del artista de circo, del acróbata, del payaso que pasa por el pueblo y se presenta, me gusta eso, me parece que es la magia del arte vivo y me identifico mucho con el teatro porque es una cosa que no se graba, no se masifica, tiene ese encanto, me parece lindo que se pueda vivir la música de esa manera. Es simplemente una opción, no estoy casado con ella ni con la otra.
ea: Cómo la primera vez que te vimos en vivo, siempre usando una máscara de burro, que ya no llevas contigo, fue bueno descubrir que era un acto muy performativo, ahora estás más desnudo…
EV: Yo sigo usando el teatro pero no de una manera representativa, no me subo al escenario a representar a nadie, sino que estoy ahí haciendo de mí mismo, soy yo, no estoy con vestuario, no estoy caracterizado. Me gusta el concepto de escenario, la puesta en escena, la acción de pararse uno ahí a contar, a dramatizar una canción, aunque no estoy representando a alguien si estoy dramatizándola, estoy recreándola en la escena, en ese sentido sigue habiendo mucho teatro en mis presentaciones. De hecho todos los cantantes o todos los músicos tienen esa actitud teatral o ese histrionismo lo necesitan, porque para interpretar lo necesitan, entonces hay que echar mano de él.
ea: En cuanto a las historias… la Rasqa también recoge mucho del imaginario rural, si la Rasqa muere ¿quiere decir que vas a dejar de reflejar ese ambiente en tu trabajo?
EV: No, yo sigo hablando de lo mismo, pintando lo mismo. Lo que pasa es como que un día decides cambiarte el nombre y te pones otro, como que sientes que necesitas cambiar de identidad, pero en el fondo es lo mismo, yo sigo con los mismos intereses, yo vivo en el campo desde hace cuatro años, ese es mi entorno ese es mi paisaje. Mi pueblo, Piedecuesta, mi familia sigue ahí presente… Yo sigo hablando de lo mismo.
ea: ¿En el futuro podemos esperar más discos de Velandia y la Tigra?
EV: ¿Quién sabe? la verdad que no tengo ninguna idea al respecto. Yo estoy camellando, componiendo, pero no previendo hacer discos, no creo que sea importante hacer un disco, ya hice muchos y siento que fue suficiente, se puede trabajar de otra manera también y es lo que estoy explorando, gozándomela también, puede que un día vuelva y haga un disco, pero ahora me parece irrelevante.
ea: Tenía esta duda, no sé si conoces el caso de Rita Indiana, que no le vendió la idea de la industria musical, pensé que irías por esa vía…
EV: No, no, yo no me voy a volver escritor, ella es escritora, pero no, lo mío es la música y el teatro.
Meta y Ponga es el primer single de Córdoba es mi Europa, el esperado primer LP de los Animales Superforros. La canción la escuchábamos hace unos meses sin encontrarle mayor atractivo que el de su instrumentación juguetona y una letra que va ganando sentido ahora que se ha estrenado un clip que cumple con todas las normas del material promocional.
"Esas cosas raras, cosas de la percepción" es la línea clave para seguir este single. Bajo la dirección de Leo Damario, esta capsula de doble sentido juega con nuestra atención desde los primeros segundos enmarcando a una pareja con cinta de censura en sus ojos, el juego para seducirnos está bien servido y a lo largo de estos tres minutos y medio nos jactamos de entender lo obvio y de disfrutar al compás de las ocurrencias de los Animales. Sugestivo y colorido, este vídeo asegura toda nuestra recepción a una canción que se convierte en un grower insospechado, puesto que las imágenes acá hablan por si solas y se interpretan igual.
Hace poco escuchábamos Noite, el nuevo single del brasilero Silva, una canción que sigue la onda de pop perfecto que marcó Vista Pro Mar, uno de nuestros discos favoritos del año pasado. En esta nueva aventura, Silva agrega toques de rap a la mezcla de la mano del cantante Lulu Santos y el rapero Don L, logrando dotar de un brillo particular a una pista nocturna irresistible.
Ahora, para calmar la espera por el eventual nuevo disco del brasilero, nos enteramos que este hizo parte del proyecto audiovisual Mar Azul – Sons de Minas Gerais vol.1, un disco y una sesión de clips con varios artistas re-interpretando las canciones del grupo Clube da Esquina. En este material Silva revisita Um Girassol da Cor de Seu Cabelo, una hermosa composición de Lô Borges y Marcio Borges que nuestro héroe digital sabe transcribir con su guitarra en un aparente set acústico que luego va tomando rumbos inesperados gracias a las programaciones de su drum machine. Chequen la producción a cargo de Tocavideos y terminen de disfrutar su fin de semana.
En el mundillo de la música siempre hay artistas que pasan fugazmente, crean un destello, un hit a la altura del momento y luego su cola va esfumándose como humo. Hay otros que prenden la llama y alcanzan a calentar el espectro de miles, luego, mientras las cosas caen por su propio peso creativo, comienzan a prestar combustible de otras fuentes poco relacionadas al esquema creativo con el que se dieron a conocer y luego buscan llegar a millones con formulas que nunca parecen agotarse, pero que sí cansan por lo facilonas. Están los suertudos que pegan con cada trallazo y los que se arman discos como aventurándose a la vida.
Aun sin conocer lo que la industria le depare a Camila Moreno, podemos constatar que esta chica hace parte de este último grupo de artistas, aquellos que no conformes con un hit, (Millones) se arma cada disco como una experiencia enriquecedora para el oyente. No hay guiños tontos ni obviedades, para su tercer disco oficial, Moreno se armó de buenas composiciones y la producción musical que la respalda desde el principio. Mala Madre, como llama, no sin razón a este disco, es una colección de canciones pensadas y armadas para transcribirse mismo ante el público de un festival como en la intimidad de un recinto con 100 personas.
A primera vista hay algo que nos llama la atención, es la elección del nombre del disco, su portada y los títulos que lo conforman. Desde el primer track, la siniestra Tu Mamá Te Mató, o ese bonito momento electrónico y de violines en Julia, en el que parece confrontar un fantasma familiar, hacen de este un disco dueño de una feminidad propia, una mujer atea, guerrillera, contestaría, pero consciente de su fragilidad y sus errores.
Aunque en esta ocasión nos vamos por la senda más intima y cómplice de las canciones de Moreno, Mala Madre recurre también a la critica bien dirigida, eso lo constatamos con el primer single, la poderosa Libres y Estúpidos, o su continuación en la rítmica y casi mántrica Maquinas Sin Dios, letras afiladas con la visión catastrófica que caracteriza sus composiciones. Luego pasamos por canciones que aluden a las relaciones de pareja, en No parar de cerrar o la balada Sin Mí, otro lugar bastante visitado por Camila, y quizá la carta que siempre develará para identificar al oyente con el cuerpo de sus discos.
Musicalmente este disco nos lleva por varios caminos, decididamente agresivo, calmado y reflexivo en los hermosos acompañamientos de violín, hasta estructuras que sugieren un ritmo que seguir, Bathory por ejemplo, resulta un track bastante sugestivo en cuanto a cambios de ritmo y Piedad se las juega por las sendas del trip hop y la electrónica, dejándonos claro que esta Mala Madre tiene muy manejadas sus influencias y las despliega creando un ambiente uniforme entre las disparidades de cada instalación.
Mala Madre es sin lugar a dudas el mejor disco de Camila Moreno hasta la fecha, mostrando una evolución importante en la manera de abordar sus temáticas, incluso permite concesiones al dejar su voz en un plano más contemplativo dándole fuerza a la construcción sonora. Un disco al que no le sobra casi nada y que no aspira a cambiarle el juego a la escena musical, pero lo suficientemente aterrizado como para volverse la punta de lanza de un movimiento de intérpretes y cantautores que se van quedando en una de las primeras categorías que hicimos. Moreno parece inscribir su nombre en una lista de artistas ricos en referencias y más preocupados por la búsqueda que por el objeto a encontrar.
El nuevo disco de Colombina Parra tenía meses de estarse anunciando, algunas señas nos hacían presumir que este sería un disco como giro de tuerca para su propuesta, pero el sonido de este primer anticipo nos regresa al punto de partida de la carrera como solista de la chilena. Otoño Negro, como se titula el álbum, puede ser repasado en exclusiva por Deezer y tiene como peculiaridad la crudeza del sonido de la guitarra, canciones grabadas en una sola toma y sin apoyos digitales o de músicos acompañantes. Es Colombina sola, anunciando un nuevo desencuentro y una nueva desazón.
Edificios reúne las intenciones de Otoño Negro, siempre sumándole las imágenes explicitas del clip que la acompaña, un gélido aullido que arranca maldiciones a la distancia y nos deja una bonita metáfora para reconciliarnos con ella: "edificios flotan en mi cuerpo". Esta es sólo una sutil invitación a descubrir entero el tercer álbum de Parra, no el mayor hit del año, pero sí una promesa de garra y buenas guitarradas para acompañar las estaciones más duras del año.
Omoh es el proyecto del productor musical Andrés Rebellón y la socióloga Sara Montoya. No es de extrañar que con el antecedente académico de Sara, el nombre del grupo saltara a relucir como la exaltación a la palabra latina “homo”, misma que al inglés tendría una acepción obligada a lo homosexual, pero que no es más que la configuración del hombre como ser único y a la vez social. Desafortunadamente para la banda, este nombre ya había sido tomado por unos franceses que poco tiene que ver con las intenciones musicales de esta dupla que tiene su producción entre Estados Unidos y Colombia.
Así que, mientras se configura o se modifica el nombre de la banda, aprovechamos para presentarles su primer EP, St. Clara, una colección de cinco canciones sin mayores pretensiones que surgieron del encuentro de Rebellón y Montoya, entre las melodías de uno y las letras y la voz de la otra, una combinación que despierta sensaciones diferentes con cada corte.
Con el track de apertura, It’s Only you, ya se anuncian las aleaciones posibles. Pasamos de escuchar beats quebrados entre guitarras y pianos meditativos, con algún sabor a folklore andino entre líneas, degustando a la vez la voz de Sara y la que sospechamos es la de Andrés, descubriendo una bonita letra de amor y compromiso. De allí pasamos a sorprendernos con una canción más upbeat en The Seer, aquí la batería juega un rol principal acompañando unos acompasados riffs de guitarra, de momento nuestro paseo favorito del EP.
Lo que sigue para rescatar en esta entrega es el carácter de cada título. Si las dos primeras canciones ya son sugestivas desde el nombre, las tres restantes no bajan nunca la guardia. En Ocean’s feast, lo que escuchamos en realidad asemeja un festín de sonidos, que más que evocar el océano nos sumerge en la hipnosis. Both sigue la onda calmada del disco, una oda a la transformación en pareja: “I wish that we could grow together” y una serie de confidencias en pequeñas frases logra que el cometido del título de la canción se sume a las intensiones sonoras. Y para terminar, Omoh nos deja con Float, otro track que se va por una onda ambiental para determinar el efecto sugerido por el título.
En resumen, el primer esfuerzo de esta novel banda los deja muy bien plantados en la escena, por lo menos el sentido de la evocación y la canción están muy presentes en estos cinco temas que de alguna forma ganan más individualmente que como conjunto, pero que no pierden nunca el norte y sugieren un amplio terreno por recorrer, desde lo experimental hasta lo melodioso. Con suerte pronto veremos renovaciones, pero es muy temprano para lanzar este tipo de conjeturas, descarguen y juzguen ustedes mismos.